Agentes de la Guardia Civil han detenido este martes a Bernardo Montoya, hermano mellizo de Luciano, ambos vecinos de Laura Luelmo, tras un movimiento sospechoso dentro de la investigación por la muerte de la profesora de 26 años, han informado a Europa Press fuentes policiales.

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Según fuentes de la investigación, Laura le había comentado a su novio que Bernardo la observaba sentado desde la calle.

Bernardo tiene 50 años (nació en 1968) y su familia es originaria de Badajoz. De hecho, en su perfil de Facebook afirma ser extremeño. De los nueve hermanos del clan de los Montoya destaca el historial de agresiones contra mujeres de Luciano, gemelo de Bernardo, y que fue descartado como sospechoso de la muerte de Laura Luelmo al estar en la prisión de Ocaña (Toledo) el 12 de diciembre, el día que desapareció la maestra natural de Zamora.

Este martes, 24 horas después de que un voluntario alertara de que había descubierto ropa de mujer, llevando a la Guardia Civil a encontrar el cuerpo de la maestra, agentes del instituto armado han desplegado un amplio dispositivo en la calle de El Campillo donde vivía de alquiler la joven.

Los agentes se encontraban desplegados desde el mediodía en la calle Córdoba, donde vivía la joven, concretamente en el número 13. Fuentes de la investigación han confirmado que había previsto varios registros, aunque sin concretar en qué domicilios o bienes.

En prisión

Cerca de la casa donde residía Laura Luelmo vive Luciano Montoya, descartado como sospechoso porque el 12 de diciembre, día de la desaparición de Laura Luelmo, se encontraba interno en la prisión de Ocaña (Toledo). La cárcel le concedió un permiso este lunes, el mismo día que apareció el cuerpo con señales de violencia.

No obstante, este vecino, con un historial de violencia hacia las mujeres, tiene un hermano mellizo que también cumplió varias condenas por asesinato y robos. Este segundo sí se encontraba en libertad cuando desapareció Laura Luelmo.

Golpe en la cabeza

El cuerpo de Laura presenta en la primera inspección ocular un fuerte golpe en la cabeza, además de otras señales de aparente violencia que deben contratarse con la autopsia que confirme las circunstancias que rodearon a su muerte, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

Además de este golpe, los especialistas estudian otras señales de violencia con la duda aún de si son muestras de la agresión que causó la muerte de Laura o si son signos de la manipulación que sufrió el cuerpo para tratar de ser escondido.

La Guardia Civil se ha marcado como prioridad la búsqueda del móvil de Laura Luelmo horas después de hallar el cuerpo de la profesora. Además, se investiga al entorno de la joven zamorana, principalmente a vecinos considerados de interés para la investigación.