Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido a un vecino de la localidad cacereña de Cañaveral, de 63 años, como presunto autor del incendio forestal intencionado ocurrido el pasado mes de agosto en este municipio, y que calcinó más de 100 hectáreas.

Además de un delito de incendio forestal, a este hombre también se le acusa de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, en su variante de caza furtiva, por el uso de diferentes métodos de caza no selectivos prohibidos por la ley.

Según informa la Guardia Civil en nota de prensa, la investigación se inició tras una serie de incendios forestales, cinco en total, que se fueron declarando en el término municipal de Cañaveral durante los meses de julio y agosto, en plena época de peligro alto de incendios forestales.

Unos incendios que se declararon en las proximidades del núcleo urbano de esa población, por lo que supuso un "riesgo evidente, tanto para la integridad física de las personas, como para los bienes inmuebles e infraestructuras cercanas", y de los que dos de ellos conllevaron la declaración del nivel de peligrosidad 1 del Plan Infoex, por la posible afectación a personas o bienes no forestales.

Ante esta situación, agentes del Seprona iniciaron una investigación, denominada 'Silleta', centrada en el origen del incendio forestal que se inició el 6 de agosto, en el paraje conocido como 'El Pasil', y que calcinó una 100 hectáreas, que afectaron a un área protegida de alto valor medioambiental, incluida como zona ZEPA.

Durante los cuatro meses de investigación se han llevado a cabo numerosas vigilancias, inspecciones técnico-oculares, obtención de testimonios y otros elementos de prueba, que ha ha permitido la obtención de indicios incriminatorios suficientes para atribuir la presunta implicación de un vecino de Cañaveral en estos incendios, por lo que ha sido detenido.

Este hombre, de 63 años, está acusadao de ser el presunto autor de un delito de incendio forestal, de carácter intencionado, provocado con el objetivo de eliminar de forma incontrolada especies vegetales forestales, como matorral, arbustivas, pastizal, zarzas.

La Guardia Civil le atribuye además la comisión de un presunto Delito continuado relativo a la Protección de la Flora, Fauna y Animales Domésticos, en la variante de caza furtiva, tras hallarse en el interior de una de las parcelas que utiliza, diferentes métodos de caza prohibidos y no selectivos, como cepos, lazos y perchas, "utilizados para la captura indiscriminada de animales, y que se encontraban dispuestos para su uso, a pesar de la prohibición existente para la tenencia y utilización de estas artes y procedimientos de caza", explica.