Para muchas personas la imágenes del accidente de Palomares, el municipio de Almería en el que cayeron cuatro bombas termonucleares que transportaba un bombardero B-52, es la imagen de Manuel Fraga y del embajador norteamericano Biddle Duke, bañándose en una playa de esta población, en el marco de una operación propagandística para acallar el miedo a la radiactividad. 40 años después de aquel suceso, que ocurrió el 17 de enero de 1966, el programa de La 2 Línea 900 emite el reportaje Palomares: las huellas de las bombas (20.45).

DUDAS SIN RESOLVER

Las imágenes demuestran que el tiempo no ha logrado aclarar algunas de las preguntas que aquellos días se plantearon muchos de los vecinos, ni tampoco las consecuencias de una alta exposición a la radiactividad.

El reportaje incluye declaraciones de Antonia Flores , alcaldesa de Palomares entre 1983 y 1987, que confiesa: "Nos ha costado tanto recibir la poca información que nos ha llegado, que por fuerza tenemos que desconfiar", confirmando el oscurantismo que rodea a este caso.