Cuatro emite hoy un episodio de Perdidos que destapa muchas incógnitas y tiene alicientes extras para la audiencia española. El capítulo, titulado Ab aeterno , ambienta parte de la trama en Tenerife en el año 1867, aunque se rodó íntegramente en Hawái, y buena parte del metraje está rodado en castellano original. El motivo es que el protagonista de la neuva entrega de la sexta temporada, que entra en el ecuador, es Richard Alpert (Néstor Carbonell, en la foto), del que por fin se desvela su procedencia: es originario de la isla canaria. Allí vivía Richard, que se llamaba originariamente Ricardo, antes de emprender su fatídico viaje a la isla del Pacífico donde su destino se cruzó con el de los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines.

Pero este no es el único misterio que se desentraña en este capítulo. También se descubrirá qué es lo que destruyó la estatua que servía de refugio a Jacob, qué hace el navío La Perla Negra en la isla, cómo llegó Richard allí, cuál es su historia sentimental y por qué no envejece. La trama sobre el pasado de Richard se desarrolla cuando el personaje se siente más perdido. Ahora, en los albores de la batalla entre los seguidores de Jacob y el Humo Negro, Richard será tentado por el falso Locke, e incluso piensa en unirse a él. Profundamente desorientado tras la muerte de su líder, buscará en su pasado respuestas al problema al que se enfrenta.