Los padres que se quejan por tener que consumir dibujos a todas horas quizá estén mirando en los canales equivocados. Entre los (muy numerosos) ejemplos de animación infantil apta para cualquier edad brilla Teen Titans GO!, que aquí empezamos a ver en Cartoon Network y ahora podemos seguir a través de Boing; las tres primeras temporadas están disponibles en Netflix.

La serie gira en torno a un famoso equipo de superhéroes de DC, compuesto por secuaces de personajes más conocidos. En concreto, recoge a los personajes que, liderados por Robin, el colega de Batman, se dieron a conocer con la serie de cómics The New Teen Titans a principios de los 80: favoritos de fans como Cíborg, Starfire, Raven y Chico Bestia. Robin, quizá, no necesita presentación, aunque el personaje resulta aquí más fascinante que en cualquier otra adaptación: un tipo a la vez pagado de sí mismo y profundamente frágil. Le siguen (no con demasiado convencimiento) Cíborg, devorador de pizzas y devoto de los videojuegos; el mejor amigo de este último, Chico Bestia, que puede convertirse en toda clase de animales; la hija del demonio Raven, y la princesa alienígena Starfire.

Pese a lo que pueda sugerir el dinámico título de la serie, estos Teen Titans no hacen muchas cosas heroicas: suelen pasar el día desplegando su adolescencia en direcciones histéricas y haciéndose la convivencia imposible unos a otros. Hay espacio para la acción, pero ante todo esto es una sitcom delirante con muchos chistes a costa del universo DC (grandes cameos, pequeños guiños enormes) y del medio televisivo en general.

El único parecido con la serie animada Teen Titans de la década pasada reside en las voces, de las que tanto en Estados Unidos como en España se encarga el mismo equipo. Por lo demás, donde aquella tenía tintes anime, esta es puro cartoon.

ÉXITO DE TAQUILLA / El salto de Teen Titans GO! al cine es sorprendente por dos motivos: por las famosas dificultades de DC en incluir humor en sus películas (aunque el éxito de Wonder Woman haya empezado a marcar un cambio), y porque desde hace bastantes años ningún gran estudio se había atrevido a estrenar una película de animación en 2D. Es una apuesta que ha salido bien. Teen Titans Go! La película nunca llegará a los casi mil millones de dólares recaudados por Los Increíbles 2, pero solo en su primer fin de semana en EEUU ya ha recuperado su magro presupuesto de 10 millones de dólares. Todo lo que venga a partir de ahora (como lo que recaude en España, donde llegará el 31 de agosto) serán beneficios. Y además, ha obtenido el favor crítico: su calificación media es de 70 puntos sobre 100 en Metacritic y de un 90% de tomates verdes en Rotten Tomatoes.

El drama aquí gira, cómo no, en torno a Robin. Está harto de ver cómo todo lo que rodea o ha rodeado a Batman tiene su propia película. Todo menos él. Para conseguir su objetivo, ha de encontrar a un buen villano y derrotarlo. El elegido es el mítico Slade, al que primero confunden con Deadpool, cosa que no gusta nada al clásico archienemigo.