Javier Sardá, director y presentador de Crónicas marcianas , en Tele 5, dijo ayer que para él, telebasura es transmitir una corrida de toros a las cinco de la tarde y que el único limite que hay que tener en televisión son los niños.

Sardá, quien junto a sus colaboradores Boris Izaguirre y Carlos Latre y el director de Antena de la cadena, Alberto Carulo, presentó el programa número 1.000, que se emitirá el lunes con un resumen de lo mejor de estos seis años, dijo estar "alucinado" de los resultados de audiencia. "Lo normal es que conforme pasa el tiempo se baje, lo que nos alucina es que, seis años después, esta semana Cronicas... haya superado tres días el 40% de cuota de pantalla".

"Cada vez hay más gente que ve la televisión hasta altas horas y los sorprendidos somos nosotros. Es el público el que tira del programa, lo mantiene y poco a poco se van sumando más gente. Es muy agradable", señaló.

Estos niveles de audiencia "los debería tener en cuenta la gente crítica. Es un público muy amplio, desde jóvenes hasta gente mayor y estoy seguro de que lo que les gusta es la juerga que nos corremos diariamente, más allá de los contenidos".

Señaló, no obstante, que la única crítica que acepta es cuando salen los insultos y las descalificaciones "y eso intento cortarlo y lo digo en directo", añadió que en su espacio "se pueden decir cosas que no se dicen habitualmente", y anunció que hablarán de la boda del príncipe Felipe con la periodista Letizia Ortiz.