El ocio nocturno no pierde terreno en Badajoz, pero es cierto que cada vez más locales adelantan la hora de apertura para aprovechar el tirón de la primera hora de la tarde y «tienen cada vez el negocio más enfocado a esa franja», señalan los empresarios del sector hostelero consultados por este diario. Melendez Valdés, San Juan y la plaza de la Soledad son algunas de las principales zonas de ocio de Badajoz.

Algunos colectivos vecinales están reclamando que se promueva este tipo de ocio en los barrios con más tradición hostelera, como sucedió a finales del año pasado con los vecinos del Casco Antiguo de Badajoz, que reclamaron al consistorio que levantara la limitación para abrir nuevos establecimientos (ahora no está permitido porque es una de las zonas saturadas) destinados a cafeterías, bares de tapas y restaurantes.

La proliferación de las terrazas en la ciudad, en todo caso, no ha estado exenta de polémica. Por un lado ha estado la queja que la Asociación Contra el Ruido Espantaperros (este colectivo sostiene que aunque se ampliando la oferta de ocio durante el día, se mantiene en igual medida el ocio nocturno) presentó ante el Defensor del Pueblo por la saturación de eventos en las calles del centro y por la instalación de los veladores, según afirman, «sin que en algunos casos se respeten el ancho mínimo de la calle». Los hosteleros por su parte, se quejaron por lo que consideran una «disparidad» de criterios entre el ayuntamiento y la Junta sobre la normativa de los veladoras.

El botellón es desde hace varios años algo casi exclusivo de la gente más joven aunque no está erradicado. Desde 2016, solo está permitido en el recinto ferial, aunque periódicamente se encuentran restos en parques del centro. redacción