Los dirigentes de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK, formación de corte socialdemócrata dirigida por Jalal Talabani y que controla la mitad este de la región autónoma) ordenaron ayer la retirada de sus milicianos de Kirkuk para calmar el nerviosismo de Turquía, pero dejaron en la ciudad un gobernador, Ralzgar Alí. Este nombramiento es una muestra de la determinación de los kurdos de integrar Kirkuk en su territorio autónomo, dentro de un futuro Irak federal y democrático, según declaró a este diario el viceministro kurdo de Desarrollo, Chusty Muhedin.