Manuel es de Mérida, está casado, tiene una niña y lleva dos años en el paro. Su último trabajo fue de empleado municipal, seis meses. Desde entonces, no ha vuelto a trabajar. En diciembre del 2008 comenzó a cobrar el paro, pero se le terminó. Solicitó la prórroga de los 420 euros, que a día de hoy todavía cobra. En su situación, no sirve de mucho, "es una pequeña ayuda, pero tan pequeña que a penas sirve de nada". Por ello, aunque reconoce que el "es el primero que se está beneficiando" Manuel cree que esta medida no fue del todo adecuada. "Yo lo estoy cobrando y me perjudica que lo quiten, pero está claro que lo pusieron para callarnos la boca y creo que lo más acertado hubiera sido emplear ese dinero de otra manera, aunque yo no entiendo mucho y no se cómo". R. ENTONADO