El nuevo Parlamento Europeo que los ciudadanos eligen hoy no solo decidirá cómo se gobierna la Unión Europea (UE) sino que también determinará la vida cotidiana de los ciudadanos europeos, desde el tipo de coches que conducen al aire que respiran, pasando por las etiquetas de los alimentos y la duración de la baja por maternidad.

Cada año la Eurocámara decide, por ejemplo, en qué se gastan los 139.000 millones de euros del presupuesto comunitario. Cuando entre en vigor el Tratado de Lisboa (en noviembre, si los irlandeses rectifican en otoño su rechazo), los poderes de la Eurocámara se completarán para cubrir casi el 90% de las decisiones de la Unión Europea.

PRIMERA FUNCION DEL CARGO La primera decisión de los próximos europarlamentarios será aprobar el nombramiento del presidente de la Comisión Europea para los próximos cinco años y, posteriormente, examinar y ratificar los nombramientos de los distintos comisarios.

Estos nombramientos y votaciones determinan cómo se gobierna la UE, ya que la Comisión Europea es la responsable de preparar y elaborar la casi totalidad de la legislación comunitaria. La composición del Ejecutivo comunitario acaba condicionando el tipo de legislación que propone. Estos reglamentos y directivas requieren en la mayoría de los casos la aprobación de la Eurocámara, además del acuerdo de los Veintisiete a través del Consejo de Ministros de la UE.

La Eurocámara, durante la legislatura que acaba, tuvo que cambiar el proyecto de liberalización de los servicios para evitar que condujera a un recorte de los derechos sociales y laborales de los trabajadores. Asimismo, vetó el proyecto sobre servicios portuarios por ultraliberal y el de patentes informáticas, porque hubiera acabado con el software abierto y hubiera entregado el sector al monopolio de las grandes firmas informáticas.

FUTURA LEGISLACION Los eurodiputados deberán decidir en los próximos meses sobre el salario de los ejecutivos financieros y el sistema de control sobre las entidades, y los fondos especulativos para evitar nuevas crisis financieras como la actual.

En la agenda de la Eurocámara figura en lugar central la legislación asociada a la lucha contra el cambio climático. Los eurodiputados fijarán los derechos de los pasajeros de barco y autobús, unas etiquetas claras para los alimentos, los derechos de los consumidores y los derechos de los internautas. Además, deberá defender la supresión de la posibilidad de seguir prolongando esas jornadas más allá de las 48 horas semanales.