En general el nuevo subsidio aprobado por el Gobierno cosechó ayer más beneplácitos que críticas tanto dentro como fuera de la región, si bien las valoraciones positivas fueron matizadas en su mayor parte con la exigencia de nuevas medidas o con peticiones de que el subsidio sea ampliado aumentado el periodo durante el cual podrá ser percibido.

Desde la Junta de Extremadura, su vicepresidenta primera y portavoz, Dolores Pallero, consideró ayer "muy positiva" la ayuda ya que, argumentó, en estos momentos la prioridad de todos los gobiernos debe ser "que ninguna familia corra el riesgo de quedar en situación de exclusión social". Pallero subrayó que con este tipo de medidas se reitera el compromiso del Gobierno, tanto del central como del regional, de "estar al lado de las familias con problemas a causa de la crisis y de poner los recursos públicos al servicio de quienes más lo necesitan".

VALORACION DEL PP Desde la oposición, el secretario de Organización y responsable de Empleo del PP de Extremadura, Juan Parejo, valoró ayer como una "buena noticia" el nuevo subsidio aunque reclamó que se acometan "reformas estructurales en lugar de parches". En un comunicado, Parejo señaló que "toda medida que palie la situación de los desempleados extremeños, aunque sea durante seis meses", es positiva, pero al mismo tiempo apuntó que este subsidio es "pan para hoy y hambre para mañana". Añadió que no se trata de "un regalo del Gobierno Zapatero a fondo perdido" ya que esta cantidad la pagan "todos los extremeños" de sus bolsillos "a costa de mas gasto y mas deuda pública", señaló.

En el ámbito sindical, tanto CCOO como UGT aseguraron ayer que la ayuda de 420 euros era "de justicia", pero resaltaron que deja fuera a muchos parados. En esta línea, UGT Extremadura mostró su satisfacción por la aprobación de este subsidio ya que, según afirmó, ha sido una reivindicación en la mesa de diálogo social. En cualquier caso, la consideró como "transitoria" porque, según indicó en una nota, el peso de la crisis está recayendo sobre los trabajadores y no sobre los causantes de ésta, "que son los gestores del capital". A juicio de esta organización sindical, la ayuda puede ser un "balón de oxígeno" que envíe un mensaje tranquilizador a la sociedad pues, según los últimos datos económicos, lo peor ya ha pasado" y en la actualidad se inicia "un proceso de crecimiento a un ritmo lento, pero constante".

Por su parte, desde CCOO se ha pedido que la ampliación de la protección social a las personas paradas se mantenga mientras perdure la crisis, pues dentro de seis meses "la economía no habrá cambiado", según señaló en rueda de prensa ayer el secretario de Seguridad Social y Previsión Social Complementaria de CCOO, Carlos Bravo. Bravo destacó que esta decisión es "necesaria" y "positiva" para reforzar la protección social de los desempleados y que han agotado su prestación. No obstante, subrayó que la medida podría haber sido "más ambiciosa".

La valoración más crítica llegó ayer desde IU. El secretario federal de Economía y Trabajo de este partido, José Antonio García Rubio, dijo que "dedicar 420 euros durante seis meses a quienes han agotado toda prestación supone una cuantía indigna, sobre todo cuando se inyectan miles de millones de euros a la banca sin contrapartidas claras y con escaso control público posterior".