Repostar este mes el vehículo en las estaciones de servicio de la región es un 20% más caro que el pasado verano. La escalada de precios del carburante durante los últimos doce meses ha situado ya el coste de la gasolina sin plomo de 95 octanos en Extremadura en una media de 1,13 euros, 19 céntimos más cara que al principio del pasado verano. Esto supone que llenar el depósito de gasolina --el de un vehículo de tipo medio es de 40 litros-- cuesta ahora 7,6 euros más que las pasadas vacaciones.

Tampoco se salva de este incremento de precios el gasoil, que ya ha superado la barrera del euro. Mientras que en el verano del 2005 el litro de gasóleo A costaba 0,88 céntimos, el precio que marcan la mayoría de las estaciones de servicio extremeñas alcanza ya los 1,01 euros. Trece céntimos más, es decir, casi un 15% más caro. Con ello, llenar un depósito de tipo medio supone desembolsar 5,2 euros más que las pasadas vacaciones.

Los datos ofrecidos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio reflejan una tendencia a la subida en los últimos años que siempre es mayor coincidiendo con las vacaciones. Si se realiza un recorrido hacia atrás por las estadísticas del ministerio, se puede apreciar que en la Semana Santa del 2006 llenar el depósito de un vehículo de gasolina en Extremadura era 9 euros más caro que en las mismas fechas del 2005, mientras que el mismo proceso para los vehículos diésel alcanzaba siete euros de diferencia.

Si esta misma operación la aplicamos con respecto al verano del 2004 las diferencias siguen creciendo. Llenar el depósito de gasolina ahora es 14 euros más caro, mientras que hacerlo en un vehículo diésel es 13 euros más caro.

La fuerte subida no solo afecta a los consumidores, ya que el sector extremeño de las estaciones de servicio ha mostrado su descontento en varias ocasiones, porque asegura que los empresarios también están pagando las consecuencias de esta situación. En este sentido, las estaciones de servicio recuerdan que cobran un porcentaje en función de los litros vendidos y no de la facturación económica y sostienen que con las subidas del precio los clientes llenan menos el depósito de sus vehículos.

En cuanto a las cargas fiscales de los carburantes, hay que señalar que de los 1,13 euros por litro que se paga como media en una estación de servicio extremeña por la gasolina de 95 octanos, poco más de 57 céntimos corresponden a impuestos (como son el especial de hidrocarburos o el IVA, entre otros), siendo el precio del combustible aproximadamente 55 céntimos. En cuanto al gasóleo, estos impuestos son algo menores. De los 1,01 euros que se pagan por cada litro como media, casi 44 céntimos son impuestos, y más de 56 céntimos corresponden al precio del combustible.