El líder del PP, Mariano Rajoy, calificó de "buena noticia" y "paso muy importante" el anuncio de ETA, si bien añadió que la "tranquilidad completa" llegará solamente con su "disolución irreversible" y su "completo desmantelamiento". Rajoy dejó además un claro mensaje sobre cómo gestionar la situación a partir de ahora: actuar "bajo el amparo de la ley", como han hecho, destacó, todos los gobiernos porque "ese y solo ese es el único camino de futuro".

El líder de los populares leyó un comunicado en el que tuvo especial interés en destacar que la decisión de la banda terrorista "se ha producido sin ningún tipo de concesión política". De esta manera, veladamente, Rajoy negó la tesis de un sector del PP, muy crítico con lo que sí considera que han sido concesiones de los últimos meses, como la presencia de la izquierda aberzale en las instituciones vascas o su posible participación en las Cortes en la próxima legislatura española tras los comicios del 20 de noviembre.

RECUERDO A LAS VÍCTIMAS

El pronunciamiento del líder del PP hizo un especial reconocimiento a las víctimas: "Las víctimas del terrorismo son y seguirán siendo el referente moral de nuestra democracia, nunca perdieron la confianza en los instrumentos del Estado de derecho: la ley, la justicia y las fuerzas de seguridad", afirmó. Rajoy atribuyó el final de ETA a la tarea de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a la de los jueces y fiscales.

Mucho más escépticas se mostraron otras voces del PP, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que afirmó en Twitter: "los delitos de un asesino no prescriben porque declare que no va a matar más". Juan Cotino, exdirector general de la Policía Nacional, advirtió de que "ese comunicado será parte de la mentira habitual de ETA y forma parte de la estrategia diseñada por Bildu, el PNV y un sector del PSOE en respuesta a la conferencia de hace tres días, es un comunicado escrito hace mucho tiempo. El guión se está cumpliendo".

Con todo, Mariano Rajoy, quien según todas las encuestas tendrá la misión de pilotar este proceso como presidente del Gobierno tras el 20-N, tiene previsto emprender la nueva etapa ofreciendo un acuerdo al PSOE y al PNV para tomar conjuntamente las decisiones sobre la banda a partir de ahora.