El progresivo envejecimiento de la población extremeña es la principal causa de que el número de recetas facturadas por el Servicio Extremeño de Salud (SES) se incremente en torno a un 4% este año respecto a todo el 2005. Esto significa que los médicos extremeños habrán prescrito unas 800.000 recetas más y se acercarán a 22 millones durante el 2006, lo que supone además un aumento de entre 12 y 15 millones de euros en la factura sanitaria, que va a rondar los 300 millones de euros. Ante esta situación, el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, advirtió de la necesidad de tomar medidas para atender a las denominadas personas "mayores muy mayores", con edades superiores a los 80 años, así como cubrir nuevas necesidades sanitarias.

Fernández Vara considera que "el panorama de futuro es bastante complicado", ya que la vida media de los extremeños "será en quince o veinte años de 90 años y muchas personas pasarán de los 100 años, por lo que habrá que dar una solución" (en la actualidad, las extremeñas viven una media de 84 años y los extremeños 79). El consejero realizó estas consideraciones en la inauguración en Mérida de una jornada sobre los retos sanitarios ante el envejecimiento poblacional, organizada por la Fundación para la Salud de Extremadura (Fundesalud) con el objetivo de reflexionar sobre las consecuencias del envejecimiento para la sanidad.

La tendencia y los datos oficiales así lo demuestran. Desde que Extremadura asumió las transferencias sanitarias en el año 2002, la factura sanitaria regional no ha dejado de crecer, y entre el 2002 y el 2005 el SES ha emitido 78.714.190 recetas, por un coste de 1.017 millones de euros, lo que se traduce en un aumento del gasto del 25% y en 2.416.141 recetas más. Además, se ha producido una subida del 23% en el coste por persona y año. Sin embargo, y pese al constante aumento en el número de recetas y en el gasto total, el incremento anual se ha estabilizado desde el 2004 en torno al 5%, debido a la mayor prescripción de los medicamentos genéricos, según el SES.

Se da la circunstancia de que las recetas prescritas a las personas mayores suponen el 75% del total, pero generan más del 93% del gasto sanitario total.

A la hora de afrontar esta nueva situación, Fernández Vara apuntó que la calidad de los servicios públicos y la salud se medirá en el futuro no tanto por ser capaces de dar una sanidad o una educación, sino por cómo se trate a los mayores, e insistió en que habrá que prestar una mayor atención a los enfermos crónicos, aumentando los recursos para atender a estas personas que precisarán mayores necesidades sanitarias.

En su opinión, de nada servirá que Extremadura crezca, si no logra evitar lo que ya ocurre en las grandes ciudades de otras comunidades autónomas, donde "miles de ciudadanos fallecen sin que nadie les eche de menos y sin que nadie lo note".

CAMBIOS SOCIALES Este hecho, a su juicio, "supone un fracaso de muchas cosas, pero también del sistema sanitario, puesto que esa gente se han muerto de algo y, si se ha muerto de algo, es porque nadie se ocupó de evitarlo". Además, indicó, a eso se une el cambio que se ha producido en las familias con la incorporación de la mujer al mercado laboral y con pocos hijos o ninguno.

La jornada de ayer en la capital extremeña trataba de poner sobre la mesa lo que está ocurriendo en Extremadura y en España, las espectativas ante la mayor esperanza de vida, y buscar los recursos necesarios para atender a esta población cada vez más numerosa y con más edad. "Nos jugamos mucho desde el punto de vista de la calidad social", advirtió Fernández Vara, quien dijo tener "grandes esperanzas" en la ley de dependencia, que entrará en vigor el próximo 1 de enero.