A dos vecinas de Cáceres que comparten número, a un grupo de amigas que coinciden el fin de semana en el Ceres Golf, a un padre y a su hija que viven en Malpartida, a un matrimonio que reside en Plasencia, a una chica de Jerez, a una familia de la Abundancia de Aldea Moret, a una peña de tres amigos..., y así hasta sumar los 200 décimos del segundo premio del sorteo de El Niño vendidos en la administración de lotería número 11 del centro Ruta de la Plata de Cáceres.

Un premio que llegó como un regalo de Reyes bastante repartido por ser un número raro, el 87711, con dos dígitos repetidos y con el que no se han quedado colectivos o establecimientos para hacer participaciones, y por la ubicación de la administración, que está en uno de los centros habituales de compra de los cacereños y de los residentes de otras poblaciones y por donde pasan cientos de personas a diario.

"Coincidió que íbamos a comprar los Reyes y por eso lo cogimos ahí", afirma Teodoro Merino, empresario de la construcción de Malpartida, que se hizo con dos décimos del premio. "No me gustaba, y lo iba a cambiar, pero ya que me lo habían dado", añade su hija, Isabel Merino. Adela Hidalgo sí tenía un motivo para coger ese número: "el once es el día de mi cumpleaños". Paqui Agudelo también tenía sus razones: "Lo escuché en la radio este verano, y desde entonces estoy con el once".

"Muy contenta porque, además está muy repartido", afirmó ayer Rocío Pérez, gerente del centro comercial, que fue una de las primeras en llegar al Ruta de la Plata tras conocerse el segundo premio de El Niño. Antes que ella ya estaban los medios de comunicación, algún representante de entidades bancarias y los pocos transeúntes y empleados de los negocios del centro abiertos al mediodía de un día festivo y a los que sorprendió el revuelo.

"A nosotros no nos preguntes, que no nos tocó nada", era la respuesta que más se repetía entre los pocos trabajadores que había a esa hora. Otros se lamentaban: "Por poco, llevaba el diecinueve y no el once".

Hasta la una de la tarde no apareció por el centro uno de los agraciados. "Eran los dos últimos que había de ese número", contaba Fernando Sánchez, que jugaba dos décimos con dos amigos y que había ganado 66.666 euros. "¿Que qué voy a hacer con el dinero?, guardarlo, un viaje y poco más, hipoteca, de momento, no tengo", decía.

Poco después llegaba un grupo de jóvenes, "nos ha tocado", reiteraban, pero ante la presencia de los medios de información poco más dijeron. "Viven en Plasencia, tienen un décimo y escuchamos que había tocado en el Eroski y hemos venido", indicaba uno de sus familiares, que vive en Aldea Moret, donde "ha tocado a tres familias, cada una con un décimo", añadió.

Emilio Arroyo, el titular de la administración, y sus hijas, que trabajan con él, entraban en ese momento. No se quedaron con ningún décimo premiado, "pero mi prima, de Jerez, cogió dos, uno para ella y otro para los vecinos", decía Marian Arroyo. Pocos ganadores se acercaron durante la mañana de ayer a la administración, que está en el centro comercial con el hipermercado de Eroski, que ayer estaba cerrado, al igual que las tiendas.

Sí fueron hasta allí Paqui Agudelo y Arturo Pérez con el décimo ganador en la mano, que compartían con otro afortunado. Se llevan 50.000 euros. "Es una ayuda para los hijos que se han metido en pisos", afirmaba ella, destino que también piensa dar a su dinero Isabel Donoso, que se llevará otros 50.000 euros, "es la primera vez que me toca, y mira que juego, es un buen pellizco y lo repartiré entre mis hijas", comentó.

"A la una me llamaron, no me lo creía, y hasta la tercera llamada no lo creí", comentaba ayer por la tarde Merino, que invertirá los 100.000 euros en su negocio. "No sabía donde había puesto el décimo", recordaba Adela Hidalgo, que compartirá los 100.000 euros con otras cuatro amigas y que hará "un buen viaje".