Desde las filas socialistas: alabanzas y respaldo al trabajo realizado, y pesar regionalizado no exento de críticas desde la oposición. Así se pueden resumir las reacciones políticas en Extremadura ante la salida de la ya exministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, señaló que esta marcha "no debe ser un problema" para los proyectos que hay en marcha en la región en colaboración con este ministerio, como por ejemplo la construcción de una plataforma logística o la rehabilitación de la Alcazaba en Badajoz. Vara manifestó que tener o no un ministro extremeño "no resta protagonismo o peso político" a la región y destacó que Trujillo ha estado en "estado de máximo trabajo hasta el último día".

La vicepresidenta segunda de la Junta, María Dolores Aguilar, y el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, defendieron la "excelente" labor política realizada por la exministra y manifestaron su respeto ante la decisión tomada por el presidente del Gobierno.

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea regional, Ignacio Sánchez Amor, valoró de forma "muy positiva" la gestión María Antonia Trujillo al frente del Ministerio de la Vivienda. Resaltó que la exministra ha desarrollado su labor "con capacidad y eficiencia" a pesar de que "se ha topado con dificultades" por tener que hacer frente a "poderosos lobbys y a intereses económicos".

La portavoz del PP en la Asamblea Pilar Vargas, lamentó que la región deje de estar representada en el Gobierno, aunque aseguró que María Antonia Trujillo era la peor valorada en las encuestas y su gestión ha sido pésima. La portavoz popular consideró que la labor realizada por la ministra extremeña ha sido "lamentable".