Si los extremeños tuvieran que examinarse sobre sus conocimientos en torno a la educación sexual, no habría duda: Suspenso general. Al menos así se desprende de las últimas encuestas llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Basta con tomar un dato a modo de ejemplo: El 35% de las mujeres extremeñas de más de 16 años no han acudido nunca al ginecólogo, una tasa que se sitúa cerca de 15 puntos por debajo de la media nacional.

Esto supone que a pesar de que el 92% de las mujeres aseguran haber mantenido alguna vez relaciones sexuales a partir de los 18 años hay más de 150.000 que no han acudido a la consulta del ginecólogo a pesar de que es recomendable ir, al menos, una vez al año.

De las que sí han visitado al médico, el 60% lo ha hecho para cumplir con su revisión periódica, algo más del 31% por problemas ginecológicos --ya sean molestias o una enfermedad-- y cerca del 9% restante va al ginecólogo para informarse sobre orientación o planificación familiar.

Opiniones del condón

Otro de los datos que sirve para hacerse una idea de la educación sexual de los extremeños es la opinión que tienen sobre el uso de los preservativos. Nada menos que 20% cree que no son seguros y un porcentaje muy parecido señala que "son complicados de usar" y "crean desconfianza entre la pareja".

También está bastante extendida la opinión de que "corta el deseo", especialmente a los hombres --el 28% de la población mayor de edad está de acuerdo con la afirmación--, y de que el preservativo "impide sentir el cuerpo del otro".

Esto ayuda a entender por qué más del 42% de los extremeños no utilizó un preservativo en su primera relación sexual, una tasa que entre los hombres se acerca al 50% y en las mujeres se sitúa por debajo del 39%.

A la hora de analizar las causas, la última Encuesta de salud y hábitos sexuales del Instituto Nacional de Estadística revela cuáles son las fuentes de las que los extremeños beben toda la información relacionada con el sexo. Más de un 7% afirma que no se ha informado del tema, casi un 10% se pone en manos de profesionales y apenas un 11,5% habla de ello con sus padres o familiares mayores. Así, los hermanos y amigos se convierten en la base de la información sexual para un 36,80%, mientras que un 24% aprende sobre la marcha con su pareja.

En este sentido, en torno a la mitad de la población reconoce que con sus padres no habla de estos asuntos, un 34% dice que recibe una información satisfactoria y dos de cada diez aseguran que esta comunicación les resulta insatisfactoria.

Con todo, no resulta extraño saber que al 2,67% de la población extremeña de entre 18 y 49 años se le ha diagnosticado alguna enfermedad de transmisión sexual, aunque hay mucha diferencia entre la prevalencia registrada en varones (un 3,59%) y mujeres (1,66%).