Son las 19.00 horas de hoy viernes y toda España es un jolgorio. Madrid acaba de ser designada sede de las Olimpiadas del 2016 y el champán corre por doquier. Solo unos pocos, de esos que no tenían la corazonada de poder lograrlo, empiezan a tener taquicardias. ¡La que se les avecina!

Quedan menos de siete años y España tiene que estar ´niquelá´ para el verano del 2016. Ya no es solo Madrid, sino la periferia, ésa que astutamente los promotores olímpicos atrajeron para sí con el fin de buscar una complicidad que les aupara al olimpo. Y a esos ´barrios olímpicos´ de Madrid hay que atenderlos como se merecen para que España pueda ofrecer al mundo la imagen de modernidad que ha vendido durante esta semana en Copenhague.

La crisis está privando a los extremeños de tener AVE y nuevas autovías y esa excusa ya no vale. Antes de los JJOO la Alta Velocidad tiene que estar lista para que miles de visitantes puedan disfrutar de buenos partidos de fútbol en Mérida y visitar los monumentos y parajes repartidos por la geografía extremeña.

La mayoría vivimos hoy eufóricos por la nominación madrileña; otros, los que tienen la ´chequera´ del Gobierno, se estrujan los sesos para encontrar la fórmula de financiar unas infraestructuras que son una ´deuda histórica´ con Extremadura.

P. D. Si encima Cáceres es designada para ese año capital cultural europea, a Extremadura no la va a conocer ´ni la madre que la parió´.