Son las cuatro de la tarde. Domingo está cansado. Ha estado toda la mañana de aquí para allá por los jardines de Cáceres plantando flores y limpiándolos. Lleva sólo 4 meses pero él está contento. Hoy sabe que en el Club de Ocio Colón hay talleres de manualidades y sesión de cine, que irán sus amigos y que su monitora Julia le está esperando.

A simple vista parece una vida normal. "Y lo es", aclara Domingo. "Tengo esquizofrenia, ¿y qué? No soy un bicho raro, ¿no?" A este cacereño de 45 años le diagnosticaron esta enfermedad mental hace 8 años y aunque a veces tiene recaídas "gracias a las pastillas" es capaz de controlar sus alucinaciones. Cuando se encuentra mal, se mete en su habitación y se pone música y se tumba en la cama. Ha aprendido a vivir con su enfermedad.

La esquizofrenia significa literalmente mente dividida , es decir, división entre la realidad y el paciente, que se aleja de lo real, puede sufrir alucinaciones y delirios. Pero hay grados y diferentes síntomas. Según Fátima Blanco, terapeuta ocupacional y coordinadora del club de ocio, "con un tratamiento psiquiátrico bueno y una rehabilitación psicosocial, el enfermo puede hacer una vida normal". Es más, añade que "esquizofrenia no es sinónimo de agresividad y que hay más personas agresivas entre los que no sufren esta enfermedad"

Domingo, que vive con su padre --porque su madre murió-- y tiene dos hermanas más pequeñas, tiene ganas de hablar. Se pone nervioso. Hoy está reivindicativo y crítico. "La gente nos mira raro y mal, no todos somos asesinos. Yo sólo quiero un poco de cariño", comenta.

Eso mismo es lo que encuentra Domingo en ese centro al que acude casi todas las tardes. En el Club de Ocio Colón, Julia Salado y varios monitores, coordinados por Fátima, intentan hacer más llevadero el día a día de estos enfermos.

Realizan actividades deportivas, culturales y también artísticas. "Yo he hecho cestería, papiroflexia, marionetas, figuritas de barro, pero lo que más me gusta es viajar", destaca. El último viaje que han hecho, dentro del Programa de Ocio en fines de semana, fue a Santiago de Compostela. "Eso es vida, y ahora sólo pienso en viajar, en disfrutar de la vida, que son dos días y pasan rápido". Domingo tiene ilusión por trabajar, seguir con sus plantas y sus amigos. Con su vida. "Soy esquizofrénico. ¿Y qué?"