Uno de los objetivos de los grupos políticos extremeños para las próximas elecciones es hacerse con el voto de los pequeños municipios, que serán la principal llave que abra las puertas del gobierno en la región. Los pasados comicios dejaron un mapa político singular: las principales ciudades quedaron en manos del Partido Popular, mientras que el electorado de las zonas rurales permaneció fiel al Partido Socialista.

Así, aunque los populares consiguieron gobernar los municipios en los que se concentra el mayor número de votos --las cinco grandes ciudades extremeñas cuentan con un tercio de la población de la comunidad--, esta situación no les permitió obtener la mayoría en las diputaciones provinciales.

Los dos partidos son conscientes de la importancia que supondrá atraer la atención del electorado rural y trabajan en ello desde hace tiempo; el PSOE para intentar conservar el respaldo mayoritario que consiguió en más de 230 pueblos pequeños y medianos sobre un total de 453, y el PP por dejar atrás su más importante asignatura pendiente.

Los datos lo dicen todo. Mientras que la diferencia de concejales conseguidos por el Partido Socialista en las elecciones de 1999 no superaba en más de 500 a los del Partido Popular (1.721 del PSOE por 1.246 del PP), los socialistas lograron más del doble de alcaldías que los populares --en cada provincia consiguieron gobernar más de 120 ayuntamientos, mientras que el PP se hizo con un centenar de municipios entre Cáceres y Badajoz--.

LAS DIPUTACIONES

De igual forma, del voto de las zonas rurales dependerá el dictado de las políticas provinciales. El PSOE aventajó al PP en los pasados comicios en 36.000 votos, aunque fueron las alcaldías y no esa cifra la que le propició tener mayoría absoluta en las diputaciones, ya que para las instituciones provinciales la asignación del número de diputados se realiza por comarcas y no por el cómputo total de votos, y aquí los socialistas habían conseguido hacerse con la mayoría de los ayuntamientos extremeños.

Pero tampoco hay que olvidar el voto urbano. Los socialistas ya anunciaron que su partido ha estado trabajando los últimos cuatro años para recuperar los ayuntamientos de las grandes ciudades extremeñas que ahora parecen feudos inexpugnables del PP: Cáceres, Badajoz, Mérida, Plasencia y Don Benito.