El Día 8 de diciembre la casa de la cultura de Navalvillar de Pela, pueblo natal de uno de los integrantes del equipo y pueblo de adopción de nuestra protagonista y de otros de los participantes del musical, acogió con gran expectación el espectáculo “Suspiros de copla y un bolero de amor”, la sala llena de los vecinos de Pela que querían disfrutar de lo que ya apreciaron en la feria de agosto pasado con el espectáculo ”Semblanza de Suspiros de Copla” a cargo de una parte del equipo, en donde se daban unas pinceladas de lo que sería el broche final de esta noche, el musical con todo el equipo al completo, con sus coplas y boleros en la voz de Rosario Abelaira, con los poemas en la voz de Juan Pablo Uceda, la música a cargo de la pianista Pilar Vizcaíno y Juan Arias a la guitarra, las coreografías de Triana y el grupo Sacromonte de Guadalcanal y la parte actoral encarnada en Alejandro Ramos.

Los peleños no escatimaron en aplausos durante las dos horas de espectáculo, era su manera agradecer cada copla, poema, música, baile, frase, guiño al pueblo…ya que se recordaron los lugares dónde se compraban las chuches antaño, los bailes de la “tía Inés” y los de la discoteca “39-41”…y por supuesto no faltó un momento emocionante y culminante para este pueblo, porque aun siendo 8 de diciembre se corrió “La Encamisá” en ese precioso “Caballo Sanantonero”, disfrutando de imágenes de la carrera de otros años, con un precioso poema a nuestro santo Patrón y terminando con unos sentidos vivas a San Antón. Momento emotivo también fue cuando Rosario Abelaira se bajó al público con el precioso tema de “María la portuguesa”, caras queridas y conocidas, gente que le pedían con sus miradas que se acercara a ellos que querían oírla cantar desde muy cerca, y a lo cual Rosario, como hace sea cual sea la localidad que acoge el espectáculo, accedió con esa simpatía que ella tiene, con la diferencia de que fue difícil para ella contener la emoción y en algún momento, pudimos ver como se quebró su voz por la emoción que le causaba estar entre gente tan querida.

Terminó el espectáculo con la gente emocionada por una historia de amor preciosa que cuenta este musical, y con gente esperando en el patio de butacas para dar su enhorabuena y comentar cuánto que les había gustado. Gracias Navalvillar por hacernos sentir tan a gusto durante toda la representación, por ese silencio sepulcral que denotaba que os estaba gustando y por esos aplausos que nos hacían sentir muy artistas en vuestro escenario, y gracias al ayuntamiento por cedernos su espacio escénico y por el apoyo que siempre nos han dado a todo el equipo y a Rosario Abelaira desde su andadura en este mundo de la copla. Navalvillar, vergel florido, limpio remanso de paz, nunca brillara tanto la luna como reluce en “La Encamisá”. ¡Viva San Antón ¡