Abrahán Batres ha tenido la suerte de estar en contacto con el arte desde muy pequeño, merced a vivirlo en su propia casa, a la vez que visitar pinacotecas de diferentes países. Su interés fue tal que a los 18 años comenzó a materializar sus ideas en cuadernos, desarrollando un lenguaje figurativo simbólico que, en ocasiones, evoca elementos oníricos, con una gran carga personal.

Como técnica emplea, principalmente gouache, incluyendo, a veces, papeles para dar vida a collages. Las líneas son limpias y claras, con un uso particular del cromatismo. Todo ello con objeto de conectar con el espectador.

En cuanto a temática, sus obras intentan mostrar la complejidad de las relaciones humanas, distintas formas de amar, la maternidad, la solidaridad entre mujeres ante comportamientos machistas, la complicidad, el proceso creativo o el autodescubrimiento.

Todas sus creaciones hablan de su vida, de sus sentimientos, pues concibe el arte como una extensión suya, como una forma de sanar emociones y encontrar un equilibrio espiritual, utilizando siempre un lenguaje propio al que suele añadir poemas que él mismo elabora.

A día de hoy, Abrahán continúa investigando nuevas formas de creación, como el bordado, el collage y la escultura de mayor tamaño.

En 2019, ha participado en la exposición colectiva JABA, en Badajoz, y, desde 2020, en individuales como Despertares y Paisajes interiores, en Badajoz y Mérida, Reflejos, en Salamanca