Semana Santa ya está aquí. Serán muchos los que opten por unas vacaciones de ensueño en estos días de asueto. En la playa o en el monte, dejando atrás el frenetismo del día a día, los días libres se pasan de otra manera, y si se puede añadir una pizca de sabor mejor que mejor.

Una cosa por la que destaca esta tradicional festividad es que a lo largo y ancho de la geografía española se realizan recetas para chuparse los dedos y disfrutar con amigos y familia. Desde los típicos dulces, pasando por las recetas de pescado o los míticos potajes, aquí te proponemos algunos platos indispensables para estos días.

Potaje de vigilia

Esta receta tradicional de Cuaresma y Semana Santa es un plato de cuchara que, a diferencia de los más habituales en nuestra geografía, se toma con bacalao en lugar de con complementos cárnicos, algo perfecto para todos aquellos que quieran cumplir con los preceptos religiosos de esta época del año.

Potaje de vigilia. SHUTTERSTOCK

Ingredientes

  • 1 puerro
  • 2 tomates
  • 2 cebollas
  • 1 pimiento verde italiano
  • 300 gramos de bacalao
  • 2 Huevos
  • 300 g de garbanzos
  • Un manojo de espinaca fresca
  • 500 ml de caldo de pescado o fumet

Elaboración

  • Cocer los huevos en agua abundante durante 10 a 12 minutos. Pelar y reservar.
  • Cortar las tajadas de bacalao en tiras alargadas y finas del lomo del bacalao para repartirlas mejor.
  • Cortar las espinacas en trozos pequeños. 
  • Hacer un sofrito con cebolla y pimiento verde. Añadir un puerro picado y dejar pochar durante diez minutos. Incorporar los tomates rallados y el caldo de pescado.
  • Triturar el sofrito con la batidora y dejarlo fino, retornándolo a la cacerola. Cuando vuelva a hervir, agregamos las espinacas y el bacalao, dejando que todo hierva durante unos cinco minutos. Incorporamos los garbanzos cocidos y dejamos que cuezan durante un minuto. (Si usáis garbanzos secos, tendréis que dejarlos en remojo una noche y cocerlos dos horas a fuego lento o 18 minutos en olla rápida. Después se usan tal como acabamos de indicar).
  • Apagamos el fuego, agitamos la cacerola agarrándola por las asas y recolocamos el contenido. Colocamos los huevos duros cortados en cuartos sobre el resto de ingredientes.

Cordero Pascual al horno

El cordero al horno es uno de esos platos dignos de presentarse en la mesa en cualquier día que se precie. En Navidad o Semana Santa puede ser el reclamo perfecto para comidas familiares. Con una pierna de cordero y muy pocos ingredientes se puede lograr el asado perfecto. Apunta.

Cordero de Pascua. Shutterstock

Ingredientes

  • 1 pierna de cordero “pascual” de aprox. 1,5 Kg.
  • 1 vaso de agua (150 ml)
  • Sal (al gusto)
  • Guarnición: lechuga, tomate y cebolla

Elaboración

  • Precalentamos el horno a 250 grados. Metemos dentro del mimos una vasija llena de agua (que aguante el calor) para dar humedad al asado.
  • Salpimentamos bien la pierna de cordero y la colocamos en una recipiente (mejor de barro) con la parte interior hacia arriba.
  • Bajamos la temperatura del horno a 160 grados. Echamos el agua de la vasija en la bandeja donde hemos puesto el cordero y metemos al horno.
  • Para una pierna de 1,5 kg hará falta aproximadamente una hora y media de horneado, aunque lo mejor es ir vigilando la carne, pues el tipo de horno influye mucho. Horneamos con la parte interior de la pierna hacia arriba durante 1 hora y 10 minutos. En esa hora y media debemos hidratar la carne unas 6 veces, aproximadamente cada 18-20 minutos. Regamos la carne con la salsa que se va formando en la cazuela. 
  • Los últimos 20 minutos de horneado damos la vuelta a la pierna, subimos la temperatura a 180º C y volvemos a regar con la salsa. Así conseguimos que la piel quede crujiente y el interior jugoso.
  • Acompañamos el cordero con una guarnición de lechuga, tomate y cebolla, una ensalada sencilla para refrescar

Leche Frita

Este postre es uno de los más tradicionales de la época de Semana Santa y muy típico del norte de España. Junto a las torrijas y las rosquillas, no hay cocinillas que se precie que no realice esta receta para endulzar a sus comensales.

Leche frita. ShutterStock

Ingredientes

Para la crema base de la leche frita:

  • ¾ litros de leche entera
  • 100 g de azúcar glass
  • 3 yemas de huevo
  • La cáscara de un limón
  • 80 g de harina fina o almidón de maíz
  • 40 g mantequilla
  • 1 rama de canela y 1 vaina de vainilla
  • 1/2 l de aceite de oliva virgen extra suave para freír

Para el rebozado:

  • 3 huevos
  • 100 g de harina de trigo de todo uso
  • Decoración: 100 g de azúcar normal mezclado con una cucharadita de canela en polvo (rebozado final después de la fritura)

Elaboración

  • Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre.
  • Abrimos la vaina de vainilla  y sacamos las semillas que reservaremos para añadir más tarde a la leche.
  • Separamos un vasito de leche del total que vamos a emplear y lo reservamos. Calentamos el resto de la leche en un cazo a fuego medio casi hasta el punto de ebullición.
  • Bajamos la temperatura y retiramos del fuego. Añadimos las semillas de vainilla, la mantequilla, la piel del limón y por último la rama de canela. Dejamos todo en reposo infusionando durante 5 minutos.
  • Para la crema base, mezclamos el almidón de maíz en el vaso de leche y juntamos sin que tenga nada de grumos. Separamos las yemas de las claras y las ponemos en un bol donde las batimos con el azúcar hasta que quede una espuma.
  • Añadimos el vaso de leche y el almidón de maíz (Maicena). Volvemos a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea. Reservamos.
  • Colamos la leche infusionada y la volvemos a añadir al cazo. Calentamos a media ebullición y añadimos la crema del paso anterior. Lo batimos con una varilla sin dejar de remover.
  • Para que repose, elegimos una bandeja y la untamos con mantequilla. Se deja enfriar mínimo un par de horas. Después la cubrimos con film y la metemos a la nevera hasta el día siguiente.
  • Cuando este fría, la cortamos en cuadrados y la pasamos por harina y huevo para después freír con aceite de girasol.