Para unos, participar en la selección de candidatos para Operación Triunfo-4 , que comenzó ayer en Madrid y que emitirá Tele 5 este verano, es su única vía para dedicarse a la canción. Para otros, una mera excusa para perder un día de clase o de trabajo, pedir autógrafos a los reporteros de televisión y formar parte de un fenómeno de masas.

Ayer, a juzgar por las mochilas y carpetas de los candidatos a triunfitos , cientos de institutos madrileños y de otras autonomías próximas tenían muchas plazas vacantes. "He faltado a clase, pero lo saben mis padres", era la explicación más socorrida entre los chavales de 16 a 18 años.

El hecho de que Gestmusic, la productora del popular concurso haya decidido no realizar ninguna prueba previa que sirva de filtro, desbordó todas las previsiones. Ayer, según datos de la organización, el jurado instalado en el Palacio de Congresos de Madrid tuvo que decidir sobre 4.000 aspirantes a estrellas. Esta avalancha ha forzado a los responsables del concurso a prorrogar un día más el casting .

Diana Reinoso tiene 16 años. Como cada concursante, ha firmado un contrato en el que da permiso para que se grabe su actuación. Dado que es menor de edad, en el documento que ha suscrito se asegura que cuenta con el permiso --aunque no se acredita por escrito-- paterno. Junto a este folio, simplemente ha tenido que presentar el DNI.

Los 15 segundos que tuvo para convencer al jurado con la canción Deseo, de Merche, no bastaron. Más suerte ha tenido su amigo Antonio, de 18 años, que consiguió pasar a la segunda prueba, más larga y con una entrevista personal. Mientras espera que lleguen otras ediciones, Diana aparcará su sueño y estudiará peluquería.

Quien sí está ya entre los aproximadamente 200 candidatos que saldrán de la Comunidad de Madrid es Luis Barrull. Su modo de entonar el flamenco convenció al jurado. No en vano se dedica a cantar de sala en sala madrileña acompañado de guitarras y cajas flamencas. "Me he pasado toda la noche aquí, pero ha merecido la pena", dijo.

Vestidos con chándal o con sus mejores galas, buscando la fama o una experiencia vital más, la mayor parte de los aspirantes estaban de acuerdo en señalar a David Bisbal como su concursante favorito.

Sorprendido por la repuesta del público, Josep Maria Mainat, productor ejecutivo de Operación Triunfo , explicó que, independientemente de sus habilidades, "todos acuden con entusiasmo". Y adelantó: "A tenor de lo que cantan la mayoría de los concursantes, esta edición de OT estará marcada por la modernidad".

Sobre la posibilidad de que una persona acuda a castings en ciudades diferentes, Toni Cruz, productor de Gestmusic, bromeó: "Si no le pillamos, sí".