Opinión | La trastienda

Sin nadie enfrente

Fernández Vara gana su congreso regional como único líder y sin que haya enfrente alternativa electoral desde el PP

Guillermo Fernández Vara, ayer en el congreso regional del PSOE en Mérida.

Guillermo Fernández Vara, ayer en el congreso regional del PSOE en Mérida. / EFE /Jero Morales

Hace algunos años Ibarra me espetó una vez por qué había aconsejado al PP en un artículo lo que tenía que hacer para competir de tú a tú con el PSOE. «Tú déjales que se equivoquen», me vino a decir. No recuerdo exactamente el consejo ni tampoco el contexto en el que escribía pero señalaba algo así como que el PP de Carlos Floriano estaba muy asentado en las ciudades y muy poco en los pueblos y eso hacía que cuando llegaban las elecciones los socialistas barrieran en las urnas. Cuento esto porque esta semana me ha vuelto a ocurrir lo mismo en una charla informal con algunos socialistas extremeños cuando he empezado a constatar la desventaja con que juega actualmente el PP, sin un líder claro y aún sin perfilar los candidatos locales de un porrón de pueblos y ciudades. Todo ello a la par que un PSOE de congreso regional, con un baño de masas para Vara como líder y candidatos en prácticamente todos los municipios. Menuda diferencia. «Tú cállate, no des pistas, que sigan en la inopia y cuando despierten estarán puestas las urnas», me venían a decir, porque si la competencia se equivoca, quién es uno para avisarla.

Siempre digo que cuando sopla el aire de Madrid en Extremadura hay que echar mano de la bufanda, porque Aznar no pudo con Ibarra, pero Rajoy, eso sí con una buena mano de Zapatero, se llevó por delante a Vara. Sin embargo, estaba Monago para recoger el guante y ahora, de momento, no hay nadie claro para esta función. Está Monago, sí, pero aún sin saber si sigue o le dan el relevo desde Madrid. Por eso, ahora que el aire es bueno de la capital, con un Pablo Casado en alza frente a un Pedro Sánchez en caída (todos los dicen menos el CIS) la militancia del PP extremeño anda desconcertada. Se pregunta a qué esperan en Génova para poner en marcha la maquinaria. Pareciera que no quisieran abrir el melón no sea que Díaz Ayuso saque los pies del tiesto.

"Ya hay quien dice en el PP que mejor buscar un candidato no para 2023 sino para 2027 porque el tiempo es limitado. Están dando por perdida la batalla y ésta ni ha empezado"

Mientras Vara se da baños de multitud como digo con un congreso regional del PSOE que hoy está previsto que clausure Pedro Sánchez como reafirmación de su liderazgo. No olvidemos que ahora forma parte de la ejecutiva nacional y es secretario de política autonómica. No es lo mismo afrontar un congreso desde la oposición como ocurriera en 2012 --cuando algunos dudaban de su idoneidad--, que ahora desde el poder con mayoría absoluta. Tampoco es igual hacerlo frente a dos candidatos --como pasó en 2017-- que ahora en solitario y como único candidato. Un paseo triunfal sabedor de que aquí nadie le tose sino todo lo contrario, le anima a seguir liderando el partido y presentándose nuevamente a las elecciones.

¿Y el resto de partidos? Es difícil determinarlo porque la tendencia electoral es de bloques y eso reafirma el bipartidismo. Ciudadanos y Unidas por Extremadura lo tienen complicado en este nuevo escenario donde las pautas electorales parecen estar cambiando a marchas agigantadas. Aunque uno nunca sabe a qué agarrarse, ahí está sino el ascenso de Yolanda Díaz con esa nueva izquierda que nadie sabe a dónde va a llegar sin Podemos o ahí está también Vox, cuyo alza sale reflejada en todas las encuestas en detrimento del PP. ¿Quién no puede pensar que aún tiene capacidad de reacción Ciudadanos, un partido que emergió como la espuma en unas elecciones y en las otras se cayó estrepitosamente?

Lo cierto es que, a año y medio de las urnas, Vara lo tiene bastante fácil. Mucho tienen que correr sus contrincantes para ofrecer una alternativa solvente que le permita ascender varios peldaños de golpe. Ya hay quien dice en el PP que mejor buscar un candidato no para 2023 sino para 2027 porque el tiempo es limitado. Están dando por perdida la batalla y ésta ni ha empezado.