Opinión | contrapunto

El monte y el hombre

Cuando hay un incendio de las dimensiones del que acabamos de sufrir se agolpan los sentimientos: el miedo por las personas, por los pueblos que pueden verse afectados; el dolor por ver el fuego destruir nuestra tierra y el agradecimiento a los bomberos forestales y a todos los trabajadores que directa o indirectamente han participado y seguirán haciéndolo en la lucha contra los incendios. Pero una vez controlado el incendio y la Guardia Civil buscando al culpable, hay que hablar de que año tras año los incendios son más graves, y de cómo la política forestal continuista y la gestión de la Junta de Extremadura no es efectiva en la prevención y lucha contra los incendios, además de estar colaborando al abandono gradual del territorio rural y a la despoblación.

"La política forestal de María Guardiola se basará en una gestión integral y participativa del territorio

La prevención es casi inexistente y las actividades tradicionales han ido desapareciendo del monte; la mayor parte de las veces por la falta de rentabilidad a la que han contribuido las limitaciones y prohibiciones ambientales y de la normativa forestal. Además, esta oposición a cualquier actividad económica o trabajo forestal, está originando una cantidad de combustible tal que los incendios cada vez son más difíciles de controlar y el acceso de los bomberos forestales, a muchas zonas, casi imposible.

Pero ya no es solo la política forestal, sino la gestión del Infoex. Para muestra, la situación de los bomberos forestales a los que Vara con una mano les aplaude y con la otra les niega todo derecho a la mejora de sus condiciones laborales, de la organización de su trabajo e incluso de medios para la prevención, obligándoles a una huelga ante la negativa de la Junta.

El hombre históricamente ha gestionado el monte y si no se le permite seguir haciéndolo en un equilibrio sostenible, la invasión de especies silvestres será cada vez mayor, con más alto riesgo de incendio y mayor dificultad de extinguirlo. Sin embargo, el gobierno de Vara boicotea incluso la actividad promovida por él mismo, como ocurre con el proyecto Mosaico que se basa en la interrupción de las masas forestales con cultivos y aprovechamientos agropecuarios. Firmó un convenio con la universidad para desarrollarlo, pero cuando se presentan los proyectos, estos son denegados sistemáticamente por la Junta, hecho que ya denunciaron el año pasado asociaciones de todo tipo de Las Hurdes y Sierra de Gata, que consideraban acertado el intento de modificar el paisaje forestal, pero criticaron que «la herramienta diseñada (proyecto Mosaico) está siendo sistemáticamente bloqueada por técnicos comarcales de la propia Administración desde su inicio en 2016».

Esta es la realidad que Vara pretende tapar anunciando fondos para la restauración de la zona quemada, cuando ni siquiera han acabado con la del incendio del año pasado. A partir del 28 de mayo, la política forestal de María Guardiola se basará en una gestión integral y participativa del territorio y contará con la voz de todos los implicados. Ese es el camino para luchar contra los incendios y prevenir el abandono del monte. 

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