Opinión | contrapunto

El doloroso blanqueo

Al leer la noticia de que 44 condenados por pertenecer y colaborar con ETA van en las listas de Bildu para las próximas elecciones del 28 de mayo, es inevitable sentir la incredulidad del primer momento en el que se piensa que no puede ser más que una broma macabra para, inmediatamente después, pasar a la desolación más profunda. 

"Hoy, en su línea, Vara mantendrá su sumisión a los mandatos de Sánchez y su blanqueo de etarras

A la memoria acuden rápidamente esas sábanas blancas cubriendo cuerpos inocentes, incluidos niños, los objetos personales dispersos por la calle, los amasijos de metal de los coches, los cuerpos ensangrentados y tantas vidas destrozadas que nos provocaron un gran dolor a los españoles durante muchos, muchos años.

Ellos fueron los causantes de todo esto; participaron directamente en el horror de un tiempo trágico para España, cuando el terrorismo nos partía el corazón y nos inundaba de indignación. Hoy pretenden formar parte del gobierno de administraciones locales. 

De estos candidatos -¡cómo duele la palabra!-, siete están condenados por asesinato y van en listas a ayuntamientos del País Vasco y Navarra. Son responsables de la terrible muerte de personas y de la desgracia de sus familias; y ahora, quieren gestionar dinero público o dirigir una administración sin que se les tenga en cuenta sus antecedentes penales. Se les quiere tratar como si nunca hubieran supuesto una amenaza para cualquier español y para nuestra democracia.

Es lo que tiene este nuevo tiempo sanchista, que no le importa blanquear el horror y obligarnos a olvidar. No en vano, Bildu es uno de los fieles apoyos de Sánchez para gobernar, y por sus votos estamos pagando un elevado precio; ejemplo de ello es el acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas y seguirán negociando hasta, como dice Otegi, haya un horizonte sin presos y todos sean libres.

El PSOE, a pesar de todo, seguirá dispuesto a apoyarse en ese partido porque realmente no hay nada más importante para Sánchez que mantenerse en el poder a costa de cualquier cosa. Para ello, cuenta con la inestimable participación de su socio en el Gobierno, que se muestra de acuerdo; lo de que a Podemos todo esto le produzca el máximo respeto, ya no le extrañará a nadie.

La opinión de Vara a lo largo de este periodo sanchista ha ido evolucionando. En 2016 se iba si Sánchez pactaba con independentistas. Por supuesto no lo hizo y se quedó con toda la desfachatez del mundo. En 2020, creía que la memoria de las víctimas de ETA no se merecía que los etarras fueran relevantes en nuestras vidas. «Es un fracaso colectivo», dijo.

Hoy dice que «le produce repugnancia» porque estamos en elecciones, pero la realidad es que lo importante, en el momento actual, para él no es irse, ni el fracaso colectivo, ni el valor de la palabra dada. Hoy, en su línea, Vara mantendrá su sumisión a los mandatos de Sánchez y su blanqueo de etarras. Decenas de extremeños fueron asesinados por ETA, y es algo que no debe caer en el olvido. 

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