Opinión | contrapunto

Todo lo demás son cuentos

Ya saben ustedes que, cuando llegan las elecciones, lo normal es que los candidatos se reúnan en torno a unos atriles para debatir sobre sus programas y contar sus propuestas. En la liturgia de estos debates se miden los tiempos, se establecen los turnos y los temas, y uno habla sobre lo suyo y sobre lo de los demás. Por eso, en esta tradición electoral, cuando un partido político tiene un candidato y un programa solventes, quiere hacer llegar su voz a todos los extremeños para que conozcan sus propuestas y la línea política que seguirá.

"Ella es la única que dejó claro que pone los intereses de Extremadura por encima de las siglas

Pero cuando el objetivo es que los extremeños no vean el debate electoral y ocultar lo más posible al candidato, no hay cosa mejor que hacer lo que ha hecho el PSOE: fijarlo el mismo día y a la misma hora que el Real Madrid juega la semifinal de la Champions League. Teniendo en cuenta la cantidad de seguidores de este equipo de fútbol, lo que ha hecho Vara es pasar el trámite o el mal trago con pocos testigos y por lo que se vio el miércoles, tenía razones para no querer espectadores.

También se ocupó de llenar el plató de candidatos sin importar las opciones de gobernar de cada uno de ellos. Mientras más, mejor para conseguir el efecto deseado: mucho ruido y poco tiempo para hablar. El parecido de lo de miércoles con un debate es como el de un huevo a una castaña y por más que insistió María Guardiola en retarle a debatir cara a cara con ella, Vara ni se dignó a contestar. No quiere aparecer ante los extremeños y frente a ella, sin ruido, con propuestas reales. Prefirió el tedio y el batiburrillo de lo de anteayer, a debatir programas cara a cara.

El resultado fue claro. Vimos a un Vara con el mismo mensaje caducado que hace cuatro años. Un relato que ya no cree nadie porque Extremadura no ha dado, en estos ocho años de su gobierno, ese cambio espectacular que quiere vendernos. Nos habló como siempre de proyectos, de primeras piedras, de los miles de puestos de trabajo que van a crear esos proyectos; pero todo eso sigue siendo lo imaginario, no lo real.

Lo real, como dijo la presidenta del PP María Guardiola, son las necesidades de la gente, el índice del paro y la pobreza, la falta de infraestructuras, la maltrecha sanidad y el trato a los extremeños por parte de Sánchez, permitido por Vara. Ella es la única que dejó claro que pone los intereses de Extremadura por encima de las siglas y que protestará por un tren digno gobierne quien gobierne. 

La única que está dispuesta a que nuestra tierra cambie de verdad y, para ello, exigirá lo que haga falta. Se ha visto claramente que María Guardiola es la que tiene el empuje, las ganas y la determinación de trabajar por nuestra tierra y que merece ser la próxima presidenta de Extremadura. 

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