Opinión | La curiosa impertinente

Guapos y feos

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EL PERIÓDICO

Me encantan los hombres guapos, aunque no me creo que la cara sea el espejo del alma. Sin dudar, Sánchez es un hombre guapo, aunque, a veces le traicionen los ojos, si no encendidos en sangre, sí cuajadillos de ira, y ya se sabe que la ira es mala consejera. Esta semana, después de su tan criticada o compadecida reflexión, ha salido a recorrer los medios afines, pues parece ser que muchos, por no decir todos los demás, con nombres y apellidos, coquetean con la máquina del fango que con su nuevo caudillaje democrático él va a erradicar. Algunos jueces también son erradicables o, al menos demonizables por ver de convertirlos en irrelevantes. Sobre todo los que admiten procedimientos para esclarecer asuntos turbios que afectan a su entorno. 

De tanto repetir un bulo, la gente se lo cree aunque solo sea por agotamiento - que sí, que sí, déjame en paz ya-,el bulo se vuelve creíble, y si los bulos están feos, igual de feo está atacarlos a fuerza de otros bulos interesados. Mientras, el fango crece, el y tú más crece, el tú empezaste antes arrasa y los insultos sin argumentos, que exacerban las pasiones extremas, y el odio lo es, no cesan.

Puente, que es un hombre indudablemente feo, acumula feas expresiones contra todo el que se le oponga a él y a su puto amo, que no le consiento yo que me incluya en tan oprobiosa esclavitud. Las personas libres, ministro, no tenemos amo, y menos, puto, que ya está bien de permitir a la supuesta progresía lo que no es más que un atavismo grosero, machista e ignominioso. Pues bien, el ministro ha cargado esta vez contra otro casi más feo que él, pero que representa al pueblo soberano de una nación respetabilísima y amiga. Sin pruebas, supongo, le ha acusado de ingerir sustancias, y se lo ha dicho a los jóvenes, con un paternalista, no hagáis como él que es muy malo. Milei ha respondido, como hacen los populistas, con desprecio al político y a su dueño. Y aquí seguimos todos los demás, contemplando cómo nuestro gobierno extiende su plan de fraternidad universal, diplomacia inteligente y buenos sentimientos. Amén. 

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