Opinión | Encerado y clarión

Antes de salir, dejen entrar y viceversa

Oposiciones de docentes

Oposiciones de docentes

Esto es, antes de salir, dejen entrar. Esa norma no escrita de urbanismo tiene por fin último además de evitar encontronazos, evitar la saturación en espacios públicos.

En nuestra educativa España, con diecisiete comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, aunque estas dos últimas dependientes aun del Ministerio, y bajo una misma Ley Orgánica de Educación, dos cuestiones han explosionado este curso, aunque al menos una ya estaba latente, el acceso a las listas de interinos de las distintas comunidades y ahora con la estabilización, la movilidad de los funcionarios entre comunidades.

Cada vez son más los colectivos que exigen cerrar fronteras autonómicas para garantizar a los propios cierta prevalencia frente a los extraños y evidentemente nuevos aspirantes, aunque también sean propios. En todo caso, ya hay comunidades que a su manera, pues la gestión de las listas de interinos les es propia a cada comunidad, aprecian casuísticas que si bien no discierne en empadronamientos, sí lo hacen con respecto a los que ya se encuentran ejerciendo o pertenecen a la comunidad. Qué decir de aquellas que exigen la lengua propia aunque sea cooficial, que de por sí ya es casi de acceso exclusivo.

Con una merma considerable de la natalidad, donde cada vez más las familias tienen más perros y gatos que niños, y la falta de políticas educativas encaminadas a la calidad de la enseñanza en favor de su rentabilidad, los integrantes de nuestras listas ven peligrar su posición en las mismas y por ende su posible acceso al trabajo. La cosa ya se pone peor si con restricciones en el acceso a las listas de interinidad, cada comunidad convoca a su aire cuerpos y especialidades, pues la no convocadas irán a las comunidades convocantes y viceversa, pero no con las mismas opciones.

A priori, hablar hoy día de un hipotético cierre de fronteras no debiera ser la primera opción, primero porque nadie sabe el origen de los ya integrantes ni de los integrantes de otras comunidades, en segundo lugar porque según ese razonamiento no hubiesen ingresado en su día a las listas a las que ahora pertenecen, pero aun así, esto es a priori pues hay algo en lo que sí coincido y critico, que es el libre albedrío a la hora de gestionar listas de interinos que dependen de un concurso oposición que debiera ser igual para todos y sin distinción de acento

A priori, hablar hoy día de un hipotético cierre de fronteras no debiera ser la primera opción, primero porque nadie sabe el origen de los ya integrantes ni de los integrantes de otras comunidades, en segundo lugar porque según ese razonamiento no hubiesen ingresado en su día a las listas a las que ahora pertenecen, pero aun así, esto es a priori pues hay algo en lo que sí coincido y critico, que es el libre albedrío a la hora de gestionar listas de interinos que dependen de un concurso oposición que debiera ser igual para todos y sin distinción de acento. Si de verdad queremos afrontar un nuevo estatuto de la función pública docente, la gestión de las listas debiera ser también pactada y consensuada de tal manera que el acceso al trabajo en régimen de interinidad sea el mismo en Asturias que en Andalucía y donde cada cual sea libre de presentarse donde quiera pero en igualdad de acceso en Andalucía que en Asturias y si no fuera así, entonces sí que habrá que exigir jugar con las mismas reglas, de hecho ya teníamos que haberlo hecho pero exigiendo a su vez tal ansiado acuerdo.

Respecto ‘al efecto llamada’, es obvio que si todos aúnan criteriosen el acceso a listas y a vacantesel efecto sería indiferente dejando entrar o salir y viceversa, máxime cuando la mal llamada estabilización ha terminado con centenares de extremeños repartidos por todo el territorio, que no olvidemos salieron de las listas de interinos de Extremadura teniendo vacante, favoreciendo al resto con las vacantes que dejaron. De este modo tampoco se cerraríanlas puertas a volver a aquellos que integran listas en otras comunidades, pero por lo que veo, de ellos nadie se acuerda, o al menos casi nadie.n

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