Opinión | π=3ª14

La milonga del valor doble de los goles

El sistema de 'playoffs' tiene una dosis de injusticia, pero es una forma emocionante de resolver un campeonato

Aficionados del Coria.

Aficionados del Coria. / CD CORIA

Los dirigentes del fútbol, de vez en cuando y casi siempre con retraso, tratan de mejorar algún aspecto de los sistemas de competición con la intención de hacerlos más justos y atractivos. La medida de eliminar el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate fue una de las últimas. A tenor de los resultados, parece claro que la forma natural de que un gol vale eso, un gol, contribuye a que el equipo local no tenga tanto temor de encajar en casa, y los partidos se planteen más abiertos. ¡Vaya milonga que nos hemos comido durante tantos años!

Aun así, el sistema de ‘playoffs’ tiene su dosis de injusticia, ya que, en un mal día, puede caer eliminado un equipo que lo ha hecho mejor a lo largo de toda una campaña. Pero hay que reconocer que esta es una forma apasionante de resolver los campeonatos y, de paso, de alargar una temporada demasiado corta. Y ya sé que es más tiempo de gastos para los clubs, pero la dificultad económica no debería servir de argumento para no querer más fútbol, porque, por esa regla de tres, podríamos seguir quitando jornadas al calendario futbolero hasta quedarnos mirando un campo vacío.

Se encontró la fórmula de que en estos cruces el mejor clasificado tuviera, además de la ventaja de jugar la vuelta en casa, la de proclamarse vencedor al final de la prórroga, eliminando así el componente de fortuna de las tandas de penaltis. Aunque sabemos que cada vez los penales se trabajan y se preparan más, parece más justo que el que consiguió un mejor resultado durante el curso tenga una recompensa llegados a este extremo de empate tras la prórroga en el partido de vuelta.

Esta medida, a menudo pasada por alto hasta el último momento, pone al Coria con pie y medio en la final regional por el ascenso. Los dos goles de ventaja conseguidos en Navalmoral obligan al Moralo a marcar en la vuelta tres más que el Coria, bien sea antes del final de la segunda parte o en la prórroga si la hubiera. Está bien que desde La Isla lancen mensajes de prudencia, porque en el fútbol hemos visto de todo, pero parece que tienen más que amarrado el pase. Y no solo por el resultado obtenido, sino también por la sensación de superioridad que mostraron los celestes en el partido de ida. El equipo de Miguel Ángel Ávila recuperó la solvencia que parecía haber perdido en el tramo final de liga, y que ahora se diría que formaba parte de una estrategia planeada una vez perdida la vía rápida del ascenso para llegar en óptimas condiciones a la resolución de este camino más largo.

Más posibilidades de ejecutarse esta ventaja en caso de empate al término de una prórroga tiene la otra eliminatoria. Azuaga y Villafranca van al partido de vuelta en la Campiña Sur con un marcador igualado que, de concretarse, daría el pase a los de José Miguel Ramos. Pero los de José Antonio Ruiz demostraron cómo hay que salir a por un partido de éstos con un gran arranque en la ida, pero que luego fue enjuagado, poco a poco, por el Azuaga que acabó imponiendo su fútbol, sin hacer mucho ruido, sin llamar mucho la atención, tal cual ha sucedido durante toda la temporada.

Los perdedores ya formarán parte, esta semana, de la lista de equipos con plaza para la próxima campaña en el grupo 14 de Tercera, y que contará también con el último ascendido desde Primera Extremeña que será el ganador del ‘playoff’ más largo de todos cuyas semifinales son Gévora-Chinato y Ciudad de Plasencia-Puebla de la Calzada.

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