Editorial

Turismo rural: una labor en Extremadura digna de premio

Los Premios Turismo, que EL PERIÓDICO EXTREMADURA entrega este 9 de mayo en la localidad de Madrigalejo, quieren reconocer el esfuerzo de todos los implicados en una aventura que se está saldando con éxito

El turismo, fuente de riqueza en Extremadura.

El turismo, fuente de riqueza en Extremadura. / EL PERIÓDICO

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Termina el “superpuente” de mayo en la comunidad de Madrid, principal origen de los viajeros que visitan la comunidad autónoma de Extremadura, y se mantienen las buenas expectativas sobre un sector que va a más: el turismo rural. La media de ocupación ha rondado el 60% e incluso el lleno en las zonas más cercanas a la capital de España, como la comarca de la Siberia pacense. La primera conclusión de estos datos subraya la importancia de las comunicaciones que facilitan la movilidad de los visitantes.

Hay muchos factores que rodean el turismo rural y que lo convierten en una fuente de generación de empleo y riqueza de halagüeño horizonte. En los últimos veinte años, la demanda se ha multiplicado por ocho. Aún lejos de comunidades como Castilla y León, primera potencia en estancias de viajeros con más de dos millones el pasado año, las cifras siguen creciendo en Extremadura a buen ritmo, en especial en determinadas zonas como el norte de Cáceres, que aparece en quinto lugar dentro de las principales preferencias como destino entre los habituales del turismo rural, una abultada bolsa de clientes, según las estadísticas del sector a escala nacional. El 92% de los españoles dice tener previsto realizar una “escapada” a un entorno en el que olvidar el estrés de la gran ciudad. La mayoría son estancias cortas. De hecho, en Extremadura apenas se alcanzan las dos pernoctaciones de media. Todo un reto para el sector extremeño tanto ampliar la duración del viaje como desestacionalizar las estancias.

Hasta ahora, Semana Santa y el verano, además de los macropuentes festivos, son los períodos álgidos. Enfrentarse a épocas del año más inclementes requiere una inversión constante por parte del también creciente número de profesionales dispuestos a abrir establecimientos cuyo éxito radica en ofrecer una alternativa a la tradicional habitación de hotel impersonal y uniforme. Aunque también en este último campo existen afortunadas excepciones.

Los Premios Turismo, que EL PERIÓDICO EXTREMADURA entrega este 9 de mayo en la localidad de Madrigalejo, quieren reconocer el esfuerzo de todos los implicados en una aventura que se está saldando con éxito. El jurado distingue el esfuerzo por rehabilitar con absoluto respeto edificios históricos en los que se respira una especial atmósfera, como “Las Tres Campanas” de Badajoz. Y, sobre todo, se pretende poner énfasis en el sector turístico como un factor de fijación de población. Quince años atrás, Trevejo apenas aparecía señalado en los mapas. La pequeña pedanía de Sierra de Gata contaba una docena de habitantes. Las estadísticas demográficas la condenaban a la desaparición. Pero este enclave, a los pies de las imponentes ruinas de un castillo, es también el punto de partida ideal para descubrir el paraíso natural de los alrededores. Paisajes, sosiego, patrimonio, gastronomía… Una oferta que ha hecho florecer los establecimientos hosteleros multiplicando por cinco su población en temporada alta.

Así es. El turismo rural contribuye a la lucha contra la sangría demográfica, especialmente en los municipios menores de 5.000 habitantes. Los alojamientos asientan los pequeños negocios que aún pudieran subsistir y hacen florecer otros nuevos relacionados con el ocio, la hostelería y el comercio. La gastronomía se ha convertido en un atractivo indispensable en la que se conjuga la excelencia de la materia prima y la del autor. Pablo Medrano, con medio siglo a la espalda de experiencia culinaria, conoce muy bien los pucheros en los que se ha cocido la nueva cocina extremeña en la que se dan la mano tradición e innovación. Para él, que recientemente se ha jubilado de los fogones del restaurante Oquendo, en Cáceres, es otro de los premios.

La calidad de los productos de la tierra es santo y seña por antonomasia en esta comunidad, hasta el punto de identificar al territorio de producción y más allá. Decir Torta del Casar es decir Extremadura. Una DO que cumple 25 años como sello de garantía en el que ha basado una ambiciosa iniciativa: “El sabor de un territorio”, que permite disfrutar a los visitantes de una amplia oferta con los cinco sentidos, que incluyen espacios naturales distinguidos por la Unesco por su valor indiscutible.

El turista rural viene a Extremadura en busca de una calidad de vida escasa o nula en la gran ciudad. La tendencia sigue en expansión cuatro años después de la gran pandemia que dio la vuelta a muchos valores. Por ellos es necesario seguir apostando, como es la cultura tradicional que representa este año la Ruta de la Trashumancia de Valverde de Leganés. Un homenaje a la Fiesta de Interés Regional que valora todas las actividades que se desarrollan en torno a la trashumancia en las cañadas de pastoreo, cuna de riqueza en la producción de lana y carne, pero también cultural y de lengua. Esas costumbres, cuya recuperación está en auge y que son apreciadas por los turistas del mundo rural. Un mundo rural que busca todos los caminos para la supervivencia y del que sobran razones para realzarlos como pretende con sus premios este periódico.  

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