La Noche Abierta es una actividad relativamente nueva en la ciudad, pero, a juzgar por la cantidad de personas que abarrotaron las calles de la zona centro la noche del sábado al domingo, se ha convertido en una cita obligada y de referencia cultural y social.

Que la climatología acompañe es un aliciente y, como fue lo que ocurrió, placentinos y foráneos salieron a la calle para recorrer la veintena de espacios que ofertaban actividades. Había para todos los gustos: música clásica y moderna; bailes de todo tipo; exposiciones; espacios culturales abiertos como la barbacana y el enlosado, San Martín o la catedral, siempre abarrotada de público; cine, teatro y hasta un concurso de pintura rápida, visitas guiadas, una pokedada y un estudio fotográfico en el patio del ayuntamiento con disfraces de la época medieval para poder inmortalizarse en una fotografía.

En definitiva, actividades variadas para adultos y niños y que se pueden llevar a cabo gracias en buena parte a la colaboración altruista de numerosas asociaciones e instituciones. Sumado a los 10.000 euros de presupuesto con los que cuenta el ayuntamiento.

Beneficios

Por eso, para el ayuntamiento no resulta sencillo atender las peticiones de algunos placentinos, que apuestan por ampliar la actividad y contar con dos ediciones de La Noche Abierta anuales. «Supone mucho esfuerzo, sobre todo por parte de los colectivos que colaboran desinteresadamente, así que es difícil», señalan desde el gobierno municipal.

Lo cierto es que la Noche Abierta beneficia a muchos. Bares y restaurantes dieron la noche del sábado más cenas de las habituales, las terrazas estaban al completo y algunas asociaciones y colectivos aprovecharon para darse a conocer a la ciudadanía.

Como había mucha variedad, fue fácil acceder a todos los espacios. Muchos consiguieron por primera vez visitar la barbacana de la catedral, de imposible acceso salvo haciendo largas colas en otros momentos. La boda hebrea y el mercado judío salieron de San Juan y gustaron. Y de repente teatro mostró en las escalinatas de la plaza de abastos su talento, pese a los problemas de megafonía. Aplaudido también fue el cuadro flamenco de Mara Palacios en las Claras y muy vistosa la muestra de esgrima de la mano de la asociación local Acudespla. Hubo música para todos los gustos, visitas guiadas y los niños tuvieron también su espacio en la planta alta de la plaza de abastos, donde Funámbulus instaló castillos hinchables y repartió globos.