«Nada, no ha habido nada», afirmaba Antonio Domínguez, propietario del bar-restaurante Gredos, a las cuatro de la tarde de ayer. Lo que otros años era un hervidero de personas disfrutando del ambiente y la música bajo la carpa de su local ayer eran tres mesas ocupadas y ni diez personas en el interior.

«La gente viene preguntando si hay música, está descolocada, pero este año no hay nada», señala Domínguez, mientras charla con clientes.

Un vistazo rápido al centro lo demuestra. Apenas algunas mesas ocupadas en la plaza Mayor, la calle de Los Vinos literalmente vacía y algo más en San Esteban, pero «esto no es nada, aquí no se tenía que caber», subraya Raúl Paniagua, propietario de La Pitarra del Gordo.

Pero este año, las restricciones por el covid lo impiden y esto ha acabado con las cañas. Viendo la falta de afluencia de clientes ayer, muchos hosteleros ya dan por perdida la feria. De hecho, Paniagua subraya: «Va a ser peor que cualquier fin de semana de mayo porque en mayo hemos tenido gente de aquí y gente de fuera y ahora, la gente de aquí no va a estar».

Zona de San Esteban, sin apenas clientes. TONI GUDIEL

Bien porque han aprovechado los cuatro días para irse a la playa o porque sin música ni ambiente prefieren no acudir al centro. «No se puede maquillar lo que no hay, sin fuegos, sin atracciones, sin toros, con 200 entradas para ver los conciertos y además, ni siquiera vacunan, esto es una feria low cost, hay más policías que clientes».

Sin incidentes

Para ayer estaba previsto un dispositivo de 49 agentes, 30 del a Policía Local y 19 de la Nacional. En la plaza Mayor, señalaron que la jornada de cañas estaba transcurriendo con «total tranquilidad», precisamente por la escasa afluencia de personas, 

En opinión de Paniagua, habría sido más efectivo pasar los festivos a otras fechas para evitar el éxodo. Los hay que se han quedado porque no han podido marcharse, como un grupo de jóvenes que deambulaba ayer tarde por la calle Talavera sin saber a dónde ir. «Esto es un rollo, no hay nada», decía una de ellos.

Pocos fueron los incondicionales que salieron ayer. María José Torres es uno de ellos y confesaba sentir mucha «tristeza. Qué pena más grande, sin charanga, sin Paco Santos, sin Alberto... Pero a los que nos gusta la feria, aquí estamos, en lo bueno y en lo malo».

Aún así, aunque las cañas son tradicionales en la feria de Plasencia y ayer no hubo, sí se celebraron otras actividades organizadas por el ayuntamiento.

Las dos deportivas organizadas por la Concejalía de Isa Blanco tuvieron un lleno absoluto, la carrera de orientación del club Altair por la mañana y el piragüismo del club Río Jerte por la tarde.

Inscripciones en la carrera de orientación. TONI GUDIEL

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A las nueve de la noche, estaba prevista una obra en el Alkázar y a las diez, ruta guiada por el casco histórico y concierto del placentino Paco Arrojo y Ángela Carrasco, con la orquesta sinfónica provincial, con todas las entradas disponibles vendidas.

Hoy, hará una ruta circular por Valcorchero a las 9.30 horas; escalada de diez a dos en la Vía Verde; actividades en la plaza de abastos, a las 11.30 y 18.30 horas, Jorge Javier Vázquez en el Álkazar, a las seis y ruta por el casco histórico, a las diez de la noche.