Miles de fieles congregados en el auditorio Pablo VI, contiguo a la basílica de San Pedro en el Vaticano, han acogido a Benedicto XVI con una gran ovación en su primera audiencia pública tras el anuncio de su renuncia el pasado lunes.

El Papa entró a las 10.44 horas local (09.44 gmt), mientras los fieles en pie, aplaudieron, le expresaron frases de cariño y ondearon banderas de diferentes países, con las que interrumpieron el discurso papal en los primeros minutos.

Con buen aspecto y voz firme, el pontífice ha explicado que ha renunciado al papado "en plena libertad para el bien de la Iglesia, después de haber orado largamente y tras examinar mi conciencia delante de Dios". Ratzinger ha explicado que no se siente en condiciones de afrontar su magisterio con la fuerza que requiere.

El Papa ha agradecido "el amor y las plegarias" que le han transmitido los fieles estos días antes de centrarse en la catequesis con un discurso muy religioso.

Para esta tarde, la previsible afluencia de más fieles ha obligado a trasladar la celebración del rito del Miércoles de Ceniza, el último presidido por el Papa, a la Basílica de San Pedro, en lugar de la tradicional Basílica de Santa Sabina en la colina del Aventino de Roma.