El empalao camina descalzo, con un timón de arado a la espalda, sujeto por una soga de esparto que le envuelve el torso y lleva los brazos desnudos. Una enagua blanca le cubre de cintura para abajo, de la mitad de sus brazos penden un par de vilortas, con tres aros cada una y una toga, símbolo del Crucificado. Cubre su rostro un velo blanco que sujeta con una corona de espinas y, sobresaliendo por encima de la cabeza, dos espadas cruzadas.