Ya lo avisaban por la mañana. Los populares van a poner todas las piedras en el camino de la amnistía. Lo último es plantear un conflicto de competencias Senado-Congreso para intentar frenar esta ley. La maniobra busca eso, paralizar la tramitación de la medida de gracia con la excusa de que es una reforma constitucional encubierta. Tirarán de su mayoría absoluta en el Senado, celebrarán un pleno a la vuelta de Semana Santa y forzarán una respuesta del Congreso. Si no retiran la amnistía acudirán al Constitucional. No tendrá efectos temporales porque lo previsible es que la amnistía quede aprobada definitivamente a finales de mayo.