Los cacereños se gastarán este año más de 22 millones de euros en Lotería de Navidad. Esa es la consignación destinada a la provincia por la Entidad Pública Loterías y Apuestas del Estado, cifra que supera en 2,5 millones de euros las ventas del pasado año (la subida está por encima del 13%). Las administraciones no notan de momento este alza a pie de ventanilla, ya que la mayoría de los titulares consultados afirman que la venta de décimos lleva el ritmo de otros años. Aun así, las colas eran ayer evidentes en los despachos de la ciudad.

La provincia ocupa el puesto 35 en consignación total, y el 34 en gasto estimado por habitante. Loterías y Apuestas del Estado calcula que cada cacereño destinará estos días una media de 54 euros a sus boletos de Navidad, seis más que el pasado año. La cifra es superior a la de otras ciudades como Badajoz (32 euros), Córdoba (45), Málaga (45), Sevilla (32), Baleares (44), Salamanca (49) o Navarra (52). Aún así, la provincia se sitúa por debajo de la media nacional, que alcanzará este año los 63 euros.

MAS DINERO La venta en Cáceres lleva una trayectoria ascendente: en el 2002 ya registró un alza del 18% respecto al 2001, y en el 2003 subió un 9,5% (este año se estima un incremento del 13%). Pero aunque la provincia venda durante la presente Navidad los 110.000 billetes (1.100.000 décimos) consignados por la entidad de loterías, frente a los 97.200 del pasado año, el gasto total en Cáceres únicamente supondrá un 0,85% del país.

Quizá sea ésta la razón de que el gordo sólo haya tocado una vez en la provincia desde que comenzó a celebrarse el sorteo allá por 1812. Fue en Coria y Plasencia en el año 1986, gracias al número 3.772. Durante estos dos siglos ha habido otros premios, entre ellos un segundo en la capital cacereña en el 2000, que entonces supo a gloria con 1.300 millones de pesetas repartidos.

En cualquier caso, siempre queda la lotería del Niño para levantar las esperanzas. Los cacereños gastaron en este sorteo 4,4 millones de euros el pasado año, un 8,8% superior al 2002. La apuesta por habitante ascendió a un total de once euros.