Los hallazgos en Mira al Río son los más importantes después del Mayoralgo, y también salieron a la luz por unas obras en el 2005. Se trata de un aljibe o cisterna donde el agua brota continuamente y alcanza 6 metros de profundidad, protegida por una torre que debió construirse entre los siglos X y XII como parte de la muralla almohade. Desapareció en el XVIII hasta su reciente descubrimiento en un recinto abovedado de una vivienda. Quedará abierto al público y en las jornadas del museo se publicarán por primera vez las actas de los objetos localizados, de época musulmana y de asentamientos más recientes.