Sebastián Avis apenas tardó un par de meses en abrir Solera, una tienda de ropa en la calle Pintores. "En mayo empecé a plantearme convertirme en autónomo, el 15 de julio presentamos la documentación y el 18 abrimos la tienda", comenta Avis.

Su caso es uno de los tantos que se han beneficiado de las licencias exprés. "El técnico vino a realizar la inspección dos semanas después de la apertura y, aunque comprobó el estado del local y me indicó las modificaciones que tenía que ejecutar, de momento el ayuntamiento no me ha puesto ningún problema", confiesa.

Apenas cuentan con un mes de vida pero las previsiones de cara al futuro son optimistas. "Esperamos que a partir de septiembre y octubre, que vuelve a haber más movimiento en la ciudad, los resultados sean más positivos", concluye Avis.

Una historia similar vivió también Nian Yao. Natural de China, llegó a Cáceres hace ocho o nueve años, estuvo trabajando en diversos restaurantes y bazares chinos hasta que se quedó en el paro en agosto del año pasado. "Estuve como dos meses buscando trabajo y no me salía nada, ahí me planteé abrir mi propio negocio", cuenta Yao.

Finalmente se decidió por la aventura del autónomo. Desde agosto hasta que presentó la documentación --el 4 de octubre del año pasado--, Yao estuvo trabajando en la puesta en marcha de Casa Ni, una multitienda de comestibles y regalos. Cuatro días después de entregar la comunicación previa, el 8 de octubre, su comercio estaba abierto. "Esta nueva normativa nos ha beneficiado mucho, lo que más tiempo nos llevó fue encontrar un local", comenta Yao, que tuvo que pintarlo y adecuar el sistema eléctrico, pero "al final ha merecido la pena", confiesa.