Manuel Burgos asegura que si los dueños de perro, como él, estuviesen más concienciados, la cuestión de los excrementos en calles y parques se solucionaría rápidamente. "Me parece muy bien que haya una zona reservada, pero el problema es que la gente no hace ni caso", comenta, en referencia a la última propuesta del consistorio de instalar áreas de arena especiales para los canes. Pero ese no es, en su opinión, el único problema que afecta a los propietarios. "Si sabes donde hay bolsas, las recoges, el problema es que en Cáceres no se ven en ninguna parte", lamenta.

Su perra, Cuca, parece muy tranquila. "Ahora que me he jubilado paseo mucho con ella", aunque reconoce que "a veces es un engorro sacarlos y cuidarlos". Antes tuvo otro perro, "pero murió atropellado en Nochebuena, hace tres años". Poco después recogió Cuca en la protectora de animales.

En cuanto a la drástica medida impuesta hace algún tiempo en los parques del Príncipe y el Rodeo, de prohibir directamente la entrada a los animales, Burgos asegura que puede llegar a entenderlo. "Si no hay zonas reservadas para los perros, me parece bien, ya que hacen sus necesidades donde les parece". Aunque sentencia que "los perros van donde les acostumbra su dueño, pero si no se les enseña, no van". En definitiva, según él, la piedra está sobre el tejado de los dueños. Las medidas no serán nunca efectivas sin su colaboración.