El Pleno del Consejo General del Poder Judicial reeligió ayer al magistrado Julio Márquez de Prado Pérez para el cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Extremadura. Obtuvo 13 de los 21 votos, frente a los 5 conseguidos por Juan Francisco Bote Saavedra y a los 3 de Casiano Rojas Pozo. El magistrado afronta así una tercera etapa tras haber sido nombrado para el cargo en 2004 y reelegido posteriormente en 2009.

Nacido en Badajoz en 1948, Márquez de Prado ingresó en la carrera judicial en 1974. Su primer destino fue el juzgado de primera instancia e instrucción de Pozoblanco, asumiendo asimismo en prórroga el también juzgado mixto de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba). En 1976 tomó posesión del juzgado de primera instancia e instrucción de Zafra, en el que cesó en 1980.

Siendo juez de Zafra, y por hechos acaecidos en el cercano partido de Llerena, fue designado por la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo como juez especial para instruir el sumario por un delito de imprudencia temeraria, con resultado de muertes y lesiones y numerosos afectados, debido a una intoxicación arsenical por ingesta de vino adulterado.

Ascendió a magistrado en 1980, pasando a ocupar plaza de juez de instrucción 2 de Bilbao. En 1981 tomó posesión del juzgado de instrucción 1 de Córdoba. Tras ocupar el juzgado de instrucción 3 y el juzgado de primera instancia 2 de la misma ciudad, fue nombrado Juez Decano de Córdoba en 1990 y obtuvo plaza de magistrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Córdoba en 1992.

En 1995 asumió el cargo de magistrado de la sección primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, y en el año 2000 el de presidente de la Sección Octava de dicha Audiencia. En 2004 fue elegido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, y reelegido en 2009.

De acreditada experiencia en los terrenos docente y formativo, ha sido ponente y director de numerosos cursos organizados por el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Asimismo, participó activamente en los trabajos de elaboración del Libro Blanco de la Justicia, editado por el Consejo General del Poder Judicial (1996-2001).