Brocha en mano, los voluntarios de la delegación local de Cruz Roja harán que su sede luzca como nueva el próximo año. La organización lleva tiempo atravesando una difícil situación, por lo que según comenta Eduardo Juliench, presidente de Cruz Roja Navalmoral, "hay que ahorrar dinero". Por este motivo serán ellos mismos los que se convierten en improvisados pintores y pinten las diferentes dependencias de la sede en los próximos meses.Las remodelaciones en el edificio eran necesarias por los problemas de humedad que éste presenta y que se han visto agravados por la inundación que sufrieron el pasado invierno tras una fuerte lluvia.REMODELACióNEn una primera fase se ha reparado el tejado,se ha cambiado la instalación eléctrica y la del agua y "cuando tengamos un poco más de dinero|", explica Juliench, se iniciará la segunda fase que consistirá en cambiar el suelo de las diferentes salas de la primera planta (en total 180 metros cuadrados) y pintar las paredes. Para poder acelerar este proceso antes de que vuelvan las lluvias, Juliench solicitaba la ayuda de las diferentes empresas de materiales de construcción y de pinturas de la localidad para que donen a Cruz Roja aquellas "plaquetas o botes de pintura que no puedan vender o no les sirvan".El edificio de Cruz Roja, ubicado en la calle Castúo, se compone de dos plantas. La planta baja está dotada con una sala donde se desarrollan las labores de oficina y otra en la que actualmente se reúnen los voluntarios y se imparten los cursos que oferta la organización. Por otra parte, la primera planta está formada por cuatro dependencias Una de ellas está destinada a almacén para guardar el material sanitario, otra alberga los libros y el material didáctico, una tercera está destinada a oficina y la cuarta -una vez que esté remodelada- será el lugar en el que se realicen los diferentes cursos.NECESITADOS DE AYUDADesde hace tiempo la delegación local de Cruz Roja se encuentra atravesando una situación difícil y necesita de la ayuda de todos.Hace más de un año que la ambulancia que poseían sufrió una avería y todavía, -a pesar de que se han hecho galas benéficas y han solicitado la ayuda de la administración, colectivos o personas anónimas- no han conseguido el dinero suficiente para comprar un nuevo vehículo con el que realizar los servicios preventivos. |única fuente de ingresos de la delegación, aunque gracias a la solidaridad de otras delegaciones como la de Cáceres, Talayuela o Trujillo de vez en cuando cuentan con un vehículo con el que realizar su labor.Así, para intentar paliar estas carencias y hacer frente a las necesidades más inmediatas Cruz Roja ha empezado a impartir diferentes cursos, además del tradicional de socorrismo. Ahora, se encuentran preparando un curso sobre actuación en catástrofes que esperan empezar a desarrollar en el mes de noviembre.Sin embargo, además de la formación el objetivo de la organización continúa siendo el mismo: volver a disponer de una ambulancia y contar con más voluntarios.Actualmente hay 47 voluntarios, "aunque se dividen en dos grupos: el que está cuando lo necesitas y el que tan sólo hace de imagen en ciertos eventos", lamenta Juliench.