Ninguno de los dos asegura que el equipo estará al final entre los ocho primeros, pero ambos rezuman optimismo. Conseguir virtualmente la permanencia ha relajado los ánimos en el Cáceres, en el que incluso se piensa en sorprender en Fuenlabrada mañana... y soñar.

"Es nuestro mejor momento como conjunto, aunque físicamente a lo mejor no", dice Nando Vicario, auténtico protagonista de la última parte de la temporada. "Hay ilusión en el vestuario", dice otro escolta, Rafa Huertas, que mañana puede gozar de minutos ante los problemas de Humanes. "Tenemos ciertas posibilidades de entrar", enfatiza el andaluz.

Mientras tanto, el canterano, el hombre de moda de la plantilla tras sus descollantes actuaciones del último tercio de la temporada, afronta el reto del liderazgo. Sobre los elogios, afirma: "Al principio, se halagaba a Juanmi; luego a Asselin y ahora a mí, pero esto es lo de menos", dice con modestia Vicario. Y es que él también cree posible el pequeño-gran milagro de la clasificación para el ascenso a la ACB. Y dice aparcar lo estrictamente individual.