El árbitro cacereño Jaime I. B., de 28 años, casado, fue objeto de una agresión el domingo en el partido de Preferente entre el Entrerríos y el Zurbarán. Un jugador del equipo visitante le zarandeó. "Me agarró por el cuello y por un momento parecía que me asfixiaba", cuenta.

El relato del trencilla es estremecedor. "Era el minuto 20 del primer tiempo. No se jugaban casi nada. Había mostrado algunas tarjetas porque había bastante pique entre los dos equipos. Pité una falta a favor del número 3 del Zurbarán, que me protestó muchísimo, con lo que le saqué otra amarilla que sería su expulsión. No me dejó mostrarle la roja. Me agarró del cuello; me zarandeó; me quedé casi sin respiración; tengo por aquí varias marcas" (señala el cuello y al lado del labio). Tras ser separado por delegados y jugadores de los dos equipos y retirarse a los vestuarios, fue atendido de sus lesiones y el encuentro se suspendió.

Jaime I. B. recibió el ánimo de sus compañeros, entre ellos el asistente Carlos Sánchez Laso y de la propia guardia civil. "Me volví a Cáceres, al hospital, y luego puse una denuncia". El lunes ya dijo en el colegio de árbitros, donde siguen faltando trencillas, que quiere irse. "No merece la pena; es la primera vez que me pasa algo así". Ha recibido muchas llamadas de ánimo pero cuenta, angustiado, que no ha dormido estos días.