Fernando Alonso subió de nuevo a un podio de Fórmula Uno al acabar tercero en el Gran Premio de Alemania, disputado ayer en Hockenheim y que concluyó una vez más con victoria del alemán Michael Schumacher, que igualó su propio récord de triunfos en la misma temporada: once.

Schumacher y su Ferrari dominan de forma tan abrumadora la Fórmula Uno que el único aliciente es saber quién se fotografiará junto al germano en el podio, honor que esta vez correspondió al inglés Jenson Button, segundo, y a un espectacular Alonso, que subió por tercera vez al cajón este año tras haberlo hecho en Melbourne (Australia) y en Magny Cours (Francia).

EN RACHA El alemán ganó su undécima carrera de la temporada, con lo que igualó su propio récord de victorias en el mismo año, que data de 2002 y que podrá superar en las seis carreras que quedan para acabar el que será, salvo tragedia, el séptimo Mundial que se adjudica el galáctico del gran motor.

Ayer Alonso brilló, sobre todo y de nuevo, en la salida. El asturiano mostró sus reflejos de oro y por la izquierda se coló entre los dos McLaren del finlandés Raikkonen y del escocés Coulthard y del Williams-BMW del colombiano Juan Pablo Montoya, ascendiendo de golpe tres puestos y pasando al segundo, por detrás del astro de Kerpen.

Sin embargo, en la segunda vuelta fue superado por Raikkonen, quedando en tercera posición provisional. Alonso paró por primera vez en la novena vuelta (tardó 7.3 segundos), una antes que Schumi " y tres antes que Kimi, que paró en la doce y nada más salir tuvo que abandonar, tras accidentarse al perder el alerón trasero.

Tras la reorganización después de que todos parasen, Alonso era de nuevo segundo y llegó a ser líder una vuelta, la vigésimo novena, aprovechando la segunda entrada en garaje del germano y antes de entrar por segunda vez en boxes (6.5 segundos) y ceder el mando a Button.

Se vivieron entonces --Schumacher en cabeza y Alonso, segundo-- momentos muy emocionantes, con Button atacando a un Alonso que resistía para mayor alegría del italiano Flavio Briatore, su jefe y descubridor. Schumacher hizo su tercera y última entrada en talleres en la 47, al igual que Alonso (7.2). Button subió al primer puesto hasta que en la 50 paró por tercera vez y devolvió el liderato al rey rojo.

Alonso era segundo tras la nueva reorganización, pero en la vuelta 52, el inglés le superó. Y a partir de ahí, hubo unos momentos de tensión: su coche había perdido aerodinámica y el ovetense llegó a pensar que había perdido el alerón delantero o alguna de sus piezas.

Button se despegaba y por detrás azuzaba Coulthard. El asturiano se puso en contacto con sus ingenieros para ver si entraba en boxes, pero le aconsejaron seguir en pista e intentar arañar algún punto.

Las últimas quince vueltas, Schumacher se dedicó a llevar su bólido sano y salvo hasta meta. Al paso que va, puede ganar 17 de 18 pruebas este año. Aunque Schumacher cree que eso es imposible. Alonso será uno de los que intentará corroborar esta afirmación.