Lugo: -3 Escalona, Cristóbal, Belforti, Víctor Marco, Manu, Carlos Pita, Marcos Rodríguez, Iván González (Tornero, min. 70), Yago(Antas, min. 80), Astorga (Ballesteros, min. 52), Rubén Arroyo.

Cerro de Reyes: -1 Matías, Pereira, Kevin, Juan Carlos, Gorka, Parra, Roberto, Zafra, Parri (Camas, min. 80), Fran, Emilio (Borja, min. 65)

Goles: 1-0: min. 7, Arroyo. 1-1: min. 29, Juan Carlos, de penalti. 2-1: min. 36, Astorga. 3-1: min. 54, Yago.

Arbitro: Pablo González (Colegio Asturiano). Tarjetas amarillas a los locales Víctor Marco y Astorga; y a los visitantes Pereira, Juan Carlos, Parra, Zafra y Emilio

Incidencias: Partido de la vigésimo primera jornada de Segunda División B disputado en el Anxo Carro ante unos 3.200 espectadores.

El Cerro Reyes cayó derrotado en su visita al Anxo Carro, estadio del líder Lugo (3-1), en que los gallegos se mantienen intratables, tanto en él cómo fuera, como llevan demostrando durante gran parte de la presente temporada. Los locales llevan seis triunfos consecutivos y elevan a trece las jornadas sin conocer la derrota, que vienen a significar más de tres meses sin ceder ningún punto, hecho realmente magnífico y que habla por sí solo de la dificultad que suponía este enfrentamiento para un conjunto extremeño metido en la situación contraria, y que era conocedor de la dificultad de sumar punto alguno en esta jornada.

Así pues, los blanquiazules salieron al terreno de juego con la tranquilidad de que lo más probable era perder el partido, y que todo lo que no fuese una derrota era una gran sorpresa.

Nada más empezar, el Lugo inició el asedio a la meta de un Matías que tuvo bastante trabajo durante los 90 minutos, y que gozó de pocos momentos de respiro. De hecho, los locales consiguieron perforar la meta extremeña por primera vez a los siete minutos de partido, cuando Arroyo remató solo dentro del área pequeña una buena jugada de Astorga, que le hizo una buena asistencia al delantero gallego.

Este gol sirvió para que el Cerro de Reyes no se cerrara atrás a la espera de los ataques lucenses, así que se empezaron a ver buenos detalles de los extremeños, que poquito a poco y sin perder la cabeza fueron llegando a la meta de un Escalona que con todo no tenía excesivo trabajo.

PRESION EN EL MEDIO Los visitantes inquietaron al centro del campo local, presionando la salida del balón y con la intención de controlarlo para llegar a ser peligrosos ante un Lugo que ciertamente se dejó ir, quizá pensando de forma errónea que los extremeños se hundirían por ser el colista de la liga y que la goleada estaba al caer.

Y precisamente los blanquiazules no solo no recibieron ninguna goleada, sino que llegaron a empatar el encuentro cerca de la media hora, cuando Juan Carlos aprovechó una clara pena máxima cometida por Víctor Marco sobre Fran que devolvía la moral al conjunto visitante.

Pero el Lugo es mucho Lugo, y nada más sacar de centro, su actitud volvió a cambiar y se pareció más al equipo que empezó el partido, con muchas ansias por tener el balón, y dándole un trato excelso, empezando las jugadas cuando era necesario en busca de tener siempre la mejor ocasión, algo parecido, en pequeña escala, al juego que realiza el Barcelona de Pep Guardiola y del que tanto se habla.

Así, el Lugo volvió a la carga y empezó a presionar sobre la meta de un Matías que no aguantaría muchos minutos, ya que en el 36 los locales se volvieron a adelantar tras un tanto de Astorga, que cabeceó un centro de Cristóbal, efectuado tras una gran jugada entre éste e Iván González.

Con tal resultado, las aguas volvieron a su cauce, y ambos conjuntos se tomaron unos breves instantes de pausa antes del descanso, al que se llegó con el citado 2-1 que no dejaba del todo aparcadas las aspiraciones extremeñas de puntuar ante el mejor equipo del grupo.

En la segunda mitad, el Lugo salió concentrado consciente de que no podía cometer más errores, viendo lo que había sucedido en el primer tiempo tras el tanto gallego, que comportó una evidente relajación que terminó con el empate extremeño.

LA SENTENCIA Así, los locales salieron dispuestos a sentenciar el choque ante un Cerro de Reyes que esperaba su oportunidad, pero que terminó viendo cómo todo el fruto del trabajo realizado hasta entonces se venía abajo en el minuto 54, cuándo los lucenses establecieron el 3-1 tras un tanto de Yago, que aprovechó un saque de esquina para ampliar una distancia que fue insalvable para el equipo de Mario Luna.

Pese a todo, no se puede pasar por alto el trabajo hecho por los blanquiazules, que hicieron un digno papel en el Anxo Carro y que no se rindieron con el marcador desfavorable.

De hecho, ambos entrenadores buscaron refrescar a sus conjuntos con la introducción de nuevos hombres que pese a entrar con ganas de aportar cosas, no pudieron cambiar el signo de un partido que estaba completamente decidido, y que en los últimos minutos fue muy poco intenso, con un Lugo que escondió el balón a la perfección y un Cerro que se conformó con no recibir más tantos de ahí al final del encuentro, dándose por bueno el 3-1 que deja a los extremeños cómo colistas y con la necesidad de ganar en la próxima jornada ante un Vecindario que ahora mismo es el que delimita las plazas de descenso con las de permanencia. Aunque antes deberá solucionar sus problemas internos.