Es posible que la fecha que retenga la historia sea la de ayer y no la del próximo 22 de octubre. Es posible, muy posible, que Suzuka quede en el recuerdo como el trazado que decidió, el 8 de octubre, el Mundial del 2006. Es posible, muy posible --incluso ayer Michael Schumacher lo dio ya por hecho ("el título de pilotos ya tiene dueño")--, que hasta Fernando Alonso piense que ayer ganó su segundo título mundial.

Lo cierto es que el gran circo se traslada ahora a Brasil con una doble sensación: Adrián Campos, primer mánager de Fernando Alonso, tenía razón cuando, en el 2000, pronosticó que "este será el chaval que jubile a Michael Schumacher" y, dos, por vigesimotercera ocasión en la historia de la F-1, todo se decidirá en la última carrera.

Jim Clark en el recuerdo

Más aún: en 20 de las 22 anteriores ocasiones, el que partía como líder y claro favorito (es decir, el que jugaba el papel de Alonso) acabó conquistando el cetro. Solo en dos el resultado supuso una sorpresa. Y en ambas ocasiones el protagonista desgraciado fue Jim Clark, el piloto de Lotus que, primero en 1962 (Suráfrica) y, dos años más tarde en México, sufrió dos averías que le obligaron a regalar los títulos a Graham Hill (BRM) y John Surtees (Ferrari). Lo ocurrido ayer en Suzuka, un trazado que ha elegido al campeón en 10 ocasiones, fue el preludio de una jubilación anticipada de Schumi, el piloto más grande de todos los tiempos, a manos del campeón, muy pronto del bicampeón, más joven de la historia. "Fernando no solo va a ser quien jubile a Michael sino que, de seguir así, puede conseguir las mismas metas y récords que el genio alemán", aseguró ayer Joan Villadelprat, su exjefe de mecánicos en Benetton y Ferrari. Villadelprat, además, justificaba la cuestionada personalidad del asturiano como "un defecto de juventud que se le pasará con los años".Lo cierto es que, de confirmarse todos los pronósticos dentro de 15 días en Brasil, la cuna de Ayrton Senna, Alonso se convertirá en el auténtico monarca de la categoría y nuevo líder mediático del gran circo, relegando a un segundo plano no solo al mismísimo Schumi , sino a milmillonarios pilotos como el finlandés Kimi Raikkonen.No deja de ser curioso que la única gran estrella que trabajará esta semana será Schumacher, que anoche mismo cogió un avión de regreso a Europa para incorporarse mañana, por expreso deseo suyo, a los ensayos que Ferrari tiene programados en Jerez.

Schumi

"Tenemos que hacer lo imposible para lograr el título de constructores y para ello tanto Felipe Massa como yo debemos hacer un grandioso resultado en Brasil",