Sevilla: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro (Aitor Ocio, m.76), Dragutinovic, David; Jesús Navas (Jesuli, m,82), Martí, Maresca, Adriano, Luis Fabiano (Saviola, m.62) y Kanouté.

Villarreal: Viera, Venta, Gonzalo (Arzo, m,.82), Peña, Arruabarrena; Senna, Josico, Sorín (Calleja, m.78); Cazorla (Héctor Font, m.65), Forlán y José Mari.

Goles: 1-0: m.30. Luis Fabiano, 2-0: m.57. Kanouté.

Arbitro: Pino Zamorano (c. manchego). Expulsó, por doble tarjeta amarilla, a Josico (m.38 y m.45.), y además amonestó con tarjeta a Sorín, Gonzalo y Calleja.

Incidencias: Partido disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 36.000 espectadores, en tarde fría y con lluvia en algunos momentos.

El brasileño Luis Fabiano y el malí Fredrik Kanouté, con sus goles, hundieron al Villarreal, un submarino amarillo que acusó en demasía la dependencia del centrocampista argentino Juan Román Riquelme, que estaba ausente en este choque liguero.

El Villarreal, una vez más, volvió a sucumbir en un campo que se le supone "maldito" ya que de las siete veces que ha jugado, su balances es netamente negativo, con un solo empate (en segunda división en la temporada 1987-98), y seis derrotas.

Ante la ausencia del motor de los amarillos, el juego del Villarreal pasó en todo momento por el brasileño Marcos Senna, auténtico canalizador de los castellonenses con la ausencia del argentino.

Pero ello fue insuficiente ante el Sevilla, que sí supo sacar rendimiento al juego bajo la batuta del italiano Maresca bien secundado por Martí.