El colegio de Educación Infantil y Primaria Nuestra Señora de la Antigua de Mérida inició su andadura docente en abril del año 1966 para dotar de este servicio a un nuevo barrio de viviendas sociales, conocido popularmente como las Sindicales. La instalación de numerosas parejas jóvenes en esta barriada, con sus respectivos hijos en edad escolar, hizo necesaria la creación de un centro educativo, que se construiría en la avenida Juan Carlos I.

Con el paso del tiempo, este barrio emeritense ha ido creciendo y en la actualidad dispone de todo tipo de servicios. No obstante, a pesar de la modernización que ha experimentado la zona, en el colegio no se ha visto reflejada y mantiene las mismas infraestructuras que hace cincuenta años. En esta línea su directora, María Florencia Montero, advierte de una serie de carencias importantes, como la adecuación de la caldera a las normas actuales de seguridad y de la electricidad para evitar que la luz salte continuamente, la reparación de la cubierta para corregir las goteras o el arreglo de los socabones del patio. Asimismo solicitan un comedor escolar gratuito, ya que el actual está gestionado por el AMPA, así como un recinto cubierto para impartir la Educación Física

"Carecemos de muchas cosas, pero lo mejor que tenemos es un claustro muy implicado con nuestros alumnos y alumnas, que se esfuerza día a día para que al terminar la etapa escolar en nuestro centro se incorporen a los institutos con una formación que les permita continuar con éxito", sostiene Montero.

De esta forma, la enseñanza del colegio está cimentada en tres pilares fundamentales: los idiomas, las tecnologías de la información y de la comunicación y las competencias claves. En materia idiomática, desde hace una década se imparte en quinto y sexto de Primaria el francés como segundo idioma.

Hace cuatro años se puso en marcha una sección bilingüe en todos los cursos de Primaria y este año ya ha comenzado a impartirse en Educación Infantil. Asimismo, desde el colegio han trabajado con alumnos de Irlanda, Rumanía, Polonia y Francia en el marco del proyecto eTwinning, que ofrece una plataforma a los equipos educativos de los países europeos participantes para comunicarse y colaborar entre ellos. Dos de los proyectos desarrollados por el centro han sido reconocidos con los sellos de calidad nacional y europeos.

En el curso académico pasado, los alumnos de sexto disfrutaron durante una semana de un campamento gratuito de inmersión lingüística en inglés con profesorado nativo, como premio al proyecto presentado por la maestra en la materia, Teresa Sánchez. Por su parte, los estudiantes de cuarto viajaron al parque de atracciones de Madrid por el premio del concurso Día de Europa. Los escolares de sexto pasaron una semana con los gastos pagados por Murcia y Andalucía oriental gracias al proyecto de rutas literarias presentado por su tutora Eva González.

Proyecto Mozarito

En este sentido, cabe destacar que el proyecto más ambicioso que lleva a cabo Nuestra Señora de la Antigua está relacionado con el camino mozárabe a su paso por Extremadura, una iniciativa desarrollada por la maestra Esther Nieto, que recibió el II Premio Joaquín Sama. A través de la mascota Mozarito el colegio da a conocer a la comunidad educativa este singular camino, y en el 2014 unos 400 alumnos y 40 profesores de ocho centros de Mérida recorrieron parte de esta ruta que atraviesa la ciudad.

Sobre este asunto, Montero manifiesta que ha cambiado mucho la forma de trabajar, porque antes era más individualizada. "Queremos que las carencias que tengan nuestro alumnado en casa las suplan aquí, de ahí el interés por la promoción de actividades extraescolares para que puedan conocer otros lugares, ya que si no fuese así muchos no tendrían medios para hacerlo", puntualiza la responsable.

Hoy en día el colegio cuenta con 62 alumnos en Infantil y 138 en Primaria, con un claustro formado por 18 profesores. En los inicios del centro la mayoría de los estudiantes procedían de la zona de las Sindicales, sin embargo, ahora provienen de los barrios de San Lázaro, Juan Canet o San Luis. "Tenemos un grave problema en Infantil, porque no tienen becas y algunos alumnos se quedan sin material, ya que los padres no pueden hacer frente a los gastos", explica Montero. Este hecho ha provocado que con los años, uno de los problemas que ha surgido sea el absentismo escolar. Por ello, en el colegio ofrecen todo tipo de ayudas que faciliten el pago de los materiales o el acceso a los servicios, ya que el claustro de profesores hace a su vez de trabajadores sociales y de mediadores con los padres para que se impliquen más en la enseñanza. Además, también echan una mano para poner en contacto a las familias con las instituciones sociales. De ahí la idea que ha surgido de poner en marcha una escuela de padres para fomentar el compromiso de los progenitores con la escuela.

"Antes los padres tenían mucha más preocupación porque los niños viniesen al colegio y ahora ha cambiado la escala de valores", señala Montero, quien apuesta por seguir avanzando para lograr los objetivos educativos del centro y apoyar a sus alumnos para caminar hacia una educación en valores de excelente calidad.